La Unión Europea ha pedido de nuevo este lunes a los países de Mercosur garantías de su compromiso con la lucha contra el cambio climático y de que tomará medidas contra la deforestación en la Amazonía para desbloquear el proceso de ratificación del acuerdo de asociación y libre comercio, una preocupación que los países del Cono Sur entienden que es «válida» y que van a discutir «en profundidad».
Así lo ha indicado el canciller de Argentina, Felipe Carlos Solá, cuyo país toma ahora el relevo en la presidencia pro tempore de Mercosur, en una rueda de prensa tras participar en una reunión informal por videoconferencia de ministros de Exteriores de la UE y países de América Latina y Caribe.
«Vamos a conservar en profundidad la cuestión del medio ambiente entre los cuatro países», ha apuntado Solá a preguntas de la prensa, para después recalcar que sobre la mesa de discusión no está un «mecanismo de sanciones» que, en todo caso, ha advertido que de contemplarse debería tener carácter recíproco.
Entendemos que hay una preocupación en Europa que es válida, la recogemos también, y estamos dispuestos a conversar y hablar del tema para ver a qué acuerdo podemos llegar», ha resumido el canciller argentino.
El proceso para finalizar el acuerdo se encuentra estancado desde hace tiempo en la Unión Europea por las reservas de varias capitales que recelan del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y de su falta de compromiso en la lucha contra el cambio climático y las alertas que han saltado por la deforestación de la selva amazónica.
En la misma rueda de prensa pero desde Berlín, el Alto Representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha reconocido que existen «reticencias» con la ratificación del pacto de libre comercio y que las partes trabajan en hallar soluciones que permitan salvar el acuerdo alcanzado tras más de veinte años intentando negociar una relación de asociación y comercial entre las dos regiones.
«Para quienes tienen legítimas preocupaciones ambientales hay que poner sobre la mesa elementos que contribuyan a resolver esta situación», ha expresado el jefe de la diplomacia europea cuando ha sido preguntado por los tiempos de la ratificación.
Solá, por su parte, ha dicho que en la región son conscientes de una «preocupación que es válida» por parte de la Unión Europea con las cuestiones medioambientales y se ha mostrado abierto a buscar una solución que desbloquee la ratificación del acuerdo.
El ministro argentino ha añadido que, pese a las dudas que tiene el Gobierno con el acuerdo porque fue proclamado por el predecesor sin evaluar su impacto sectorial y de manera precipitada, mantendrá su tramitación parlamentaria porque cree que pese a presentar «riesgos» también presenta «una alternativa a largo plazo» y debe ser aprobado.
En este contexto, Borrell ha querido subrayar que el acuerdo entre la Unión Europea y los países del Cono Sur ya recoge salvaguardas en materia medioambiental, incluidos compromisos para cumplir con el Acuerdo climático de París, por lo que ha sido tajante al advertir que «por supuesto no se trata de reabrir la negociación».
Los esfuerzos, ha precisado, apuntan más bien en la línea de «afrontar y resolver» las dudas adicionales que tienen los europeos sobre la implicación del Mercosur en el reto medioambiental y preparar algún tipo de declaración complementaria al tratado que pueda contribuir a «asegurar su ratificación».