Una lubina también conocido popularmente como «róbalo», es un pescado blanco de agua salada, que habita en las costas rocosas de los arenales, en puertos, pantalanes y escolleras. Se acerca a la costa en los meses de calor.
Anteriormente este pescado no era tan popular en la cocina, pero como los tiempos cambian, actualmente es casi que imprescindible en cualquier restaurante vasco.
Este pescado ganó su buen puesto culinario en un platillo llamado papillote, que fue inventada por el cocinero del Papa León III (s. VIII) y que fue servida en la coronación del emperador Carlos Magno.
Más tarde, los expertos en la cocina se atreverían a realizarla en masa de hojaldre y otros asada.
Dependiendo de los cocineros, la lubina es preparada con azafrán, pimienta, hinojo o tomillo. Algunos añaden algas, salvia o menta, las hierbas aromáticas le dan un punto. Para los osados, la lubina se hace en horno, con verduras y para otros a las brasas para darle más textura. Algunos las prefieren en cortes , otros entera y algunos con aceite y ajo.
Sin importar de qué manera puedas conseguir la lubina preparada en las diferentes regiones, se ha convertido en un plato importante. Funciona para muchos como una cena navideña y hasta para una barbacoa entre amigos. Lo importante es que el toque y sazón se lo da cada quien de acuerdo a su gusto.
Lubina en brasas, una opción celestial
Todas las opciones para preparar una lubina son buenas pero qué tal sobre las brasas. Un toque extra de sabor y textura quizá con un poco de ajo o limón. Lo bueno es que la preparación en brasas es sencillo, no lleva nada complicado y tu eres quien pone el toque especial.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuando haces una lubina o cualquier otro pescado en barbacoa, lo fundamental son las brasas. Son ellas las que van a aportar el calor necesario y durante el tiempo suficiente para asar los pescados.
Mayormente las preparaciones de pescados son cortas, es decir no requiere tanto carbón para realizar las brasas. Así que puedes usar aproximadamente un kilo.
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Otro dato para crear buenas brasas y conseguir una buena cocción es dejar que los carbones tengan una ligera capa gris de ceniza. Justo en ese momento es que puedes colocar el pescado. Si gustas, estas cenizas puedes extenderlas por toda la parte de la superficie de la parrilla para conseguir mejor resultado.
Es importante que las brasas ardan con una intensidad uniforme para que la fuente de calor afecte por igual a todo el pescado.
A lo largo de la cocción es importante dar la vuelta al pescado para que se cocine por ambas caras. Puedes utilizar una parrilla tipo jaula que ayude a dar la vuelta cómodamente evitando que se dañe.
En brasas todo queda mejor y original
Como ya hemos hablado sobre datos que debes saber para obtener una buena lubina, ahora te mostraré el paso a paso para hacer una lubina en brasa con un poco de mantequilla y marinado de ajo. Así que manos a la obra.
Ingredientes
- 1 lubina de aproximadamente 1 kilo
- 3 cucharadas de mantequilla
- el zumo de 1 limón
- 1 y 1/2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen
- 1 cucharada de perejil fresco
- 2 dientes de ajo
- 1/4 cucharadita de cebolla en polvo
- 1/4 cucharadita de pimentón
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 cucharadita de pimienta negra molida
Preparación
Lo primero que debes hacer es pedir una buena lubina en la pescadería. Trata de que esté fresca y que el pescadero la corte por la mitad pero dejando una pieza con cabeza incluida.
En caso que la compres completa recuerda limpiar bien cortando por el centro y quitando todas las vísceras. De manera que te quede una sola pieza. Lava bien con agua fría hasta que notes que ya no tiene un rastro de sangre.
Ahora, mezclamos la cebolla en polvo, los 2 dientes de ajo picados, el pimentón, la pimienta negra y la sal en un envase pequeño.
Y posteriormente unta la mezcla en ambas caras del pescado.
Precalienta la parrilla ya sea de gas o carbón (preferiblemente de carbón) a fuego medio alto, con calor directo y con una temperatura de 160-190º C.
Mientras prepara la salsa mezclando jugo de limón, perejil picado y las tres cucharadas de mantequilla. Une todo en una olla y calienta a fuego medio, mezcla bien y cuando esté derretida, retira del fuego.
Coloca el pescado en la parrilla ligeramente aceitada, y lo deja que se cocine durante 7 minutos. Da vuelta y unta con la salsa de mantequilla.
Posteriormente deja que se cocine otros 7 minutos más.
Justo cuando haya alcanzado la temperatura interna de alrededor de 60 grados, retira y vuelve a untar con la salsa de mantequilla que sobró. Sirve con tostadas , patatas rústicas o fritas.
Una vez que el pescado alcanza una temperatura interna de al menos 60 grados, lo retiramos de la parrilla, lo rociamos con la salsa de mantequilla que nos ha sobrado y lo servimos.