Científicos franceses del Instituto Pasteur, el Inserm y el CNRS han evidenciado que un desequilibrio en la comunidad bacteriana intestinal puede causar una reducción de algunos metabolitos, lo que resulta en comportamientos similares a la depresión. Estos hallazgos, publicados en la revista científica ‘Nature Communications’, muestran que una microbiota intestinal sana contribuye a la función normal del cerebro.
La población bacteriana en el intestino, conocida como la microbiota intestinal, es el mayor reservorio de bacterias en el cuerpo. Las investigaciones han demostrado cada vez más que el huésped y la microbiota intestinal son un excelente ejemplo de sistemas con interacciones mutuamente beneficiosas. Observaciones recientes también revelaron un vínculo entre los trastornos del estado de ánimo y los daños a la microbiota intestinal.
Utilizando modelos animales, los científicos descubrieron recientemente que un cambio en la microbiota intestinal provocado por el estrés crónico puede conducir a comportamientos de tipo depresivo, en particular causando una reducción de los metabolitos de los lípidos (pequeñas moléculas resultantes del metabolismo) en la sangre y el cerebro.
Estos metabolitos de los lípidos, conocidos como cannabinoides endógenos (o endocannabinoides), coordinan un sistema de comunicación en el cuerpo que se ve significativamente obstaculizado por la reducción de los metabolitos. La microbiota intestinal juega un papel en la función cerebral y la regulación del estado de ánimo
Los endocannabinoides se unen a los receptores que también son el objetivo principal del THC, el componente activo más conocido de la cannabis. Los científicos descubrieron que la ausencia de endocannabinoides en el hipocampo, una región cerebral clave involucrada en la formación de memorias y emociones, resultaba en comportamientos depresivos.
Los científicos obtuvieron estos resultados estudiando las microbiotas de animales sanos y animales con trastornos del estado de ánimo «Sorprendentemente, la simple transferencia de la microbiota de un animal con trastornos del estado de ánimo a un animal con buena salud fue suficiente para provocar cambios bioquímicos y conferir comportamientos de tipo depresivo en este último», explica una de las responsables de la investigación, Pierre-Marie Lledo.
Los científicos identificaron algunas especies bacterianas que se reducen significativamente en animales con trastornos del estado de ánimo. Luego demostraron que un tratamiento oral con la misma bacteria restauró los niveles normales de los derivados de los lípidos, aliviando así los comportamientos depresivos. Por lo tanto, estas bacterias podrían servir como antidepresivos. Tales tratamientos son conocidos como «psicobióticos».
«Este descubrimiento muestra el papel que juega la microbiota intestinal en el funcionamiento normal del cerebro. Si hay un desequilibrio en la comunidad bacteriana intestinal, algunos lípidos que son vitales para la función cerebral desaparecen, fomentando la aparición de comportamientos depresivos. En este caso particular, el uso de bacterias específicas podría ser un método prometedor para restaurar una microbiota saludable y tratar los trastornos del estado de ánimo de manera más eficaz», concluye otro de los autores, Gérard Eberl.