Salvando la tradición del Belén, los árboles de Navidad son los adornos más típicos de esta época. La tradición de los árboles de Navidad habría que situarla en Alemania, en la primera mitad del siglo VIII. Nos atenemos a la leyenda de San Bonifacio, un evangelizador inglés que estaba discutiendo con unos druidas sobre el valor sagrado del Roble, árbol consagrado al dios Thor que el santo derribó.
En un principio los árboles de navidad se decoraban con manzanas que simbolizaban el pecado original y las tentaciones y velas que representaban a la luz de Cristo como luz del mundo. Pero según fue pasando el tiempo las manzanas y las velas se transformaron en esferas de colores, en luces y en todo tipo de adornos como podemos ver hoy en día. Más tarde se incluyó la tradición de poner los regalos que traía Santa Claus, San Nicolás, Papa Noel o los Reyes Magos según las zonas bajo el árbol.
1El primer árbol de navidad en España
En España, la primera persona en poner un árbol de Navidad fue una princesa rusa, viuda de un hermanastro de Napoleón, llamada Sofía Troubetzkoy. Se había casado en segundas nupcias con el político y militar español José Osorio y en sus primeras Navidades en España, en el 1869, pidió instalar un abeto decorado en el Palacio de Alcañices.
La tradición de decorar el árbol de Navidad se celebra prácticamente en todo el mundo y son muchos los árboles de Navidad que resultan originales, bien sea por su enorme tamaño, por el material que están hechos, por el sitio en el que están situados, etcétera.