Nuestros recuerdos yacen bajo los pétalos de cada flor. Un ramo de flores puede decir más que un artículo de mil palabras; y esto, precisamente, porque no sólo viene envuelto por una frazada de plástico, sino por una historia de sentimientos nobles y muy dignos de ser conservados.
Cuidar el ramo de flores que te han regalado es como mantener viva una nostalgia. No puedes negarlo, entre sus ricos aromas aún florece una sensación inefable que energiza tu autoestima. Por lo que hoy te enseñaré a evitar que tus flores se marchiten.
Técnicas para secar tus flores
En la alegría o la tristeza, las flores son nuestras amigas constantes. ¡Y qué privilegio es verlas a diario! Para gozarlas sin miedo a que se marchiten, ahora puedes elegir una de estas cinco técnicas para secar tu ramo de flores y alguna de ellas te puede servir para hacer un ambientador casero.
Prensado
Para tus flores de tallo fino, la mejor técnica que puedes aplicar es la del prensado. Es un procedimiento realmente fácil. Consiste en poner tu flor entre dos papeles de periódico y luego guardarla a mitad de un libro voluminoso.
También es recomendable usar papel de cera y, en vez del libro, prensar la flor con papel secante.
La idea es que durante dos semanas de preservación se extraiga la humedad de los pétalos y el tallo. Si piensas hacerlo con tu ramo de flores, necesitarás presionar el libro con algo más pesado.
Flores en el desierto
Quizás te parezca desesperante la tardanza del sacado. Pero resulta que también puedes secar tus flores en cuestión de minutos, solo utilizando tu microondas y unos gramos de arena.
Esta técnica se resume a hundir tu flor en arena y ponerla a calentar uno o dos minutos. Usa una taza de café; por consiguiente, sácala y usa un secador para quitarle los granitos de arena sobrantes. Verás cómo se evaporó la humedad y obtienes una linda pieza de decoración.
Dejarlas a la intemperie
Si tu ramo de flores trajo muchas de tallo largo, el método más adecuado es colgarlas a la intemperie con los pétalos hacia abajo, o en un espacio ventilado con iluminación directa del sol. Es un método antiguo. Procura amarrarlas desde la punta usando cuerda de pabilo para que evites malograr los tallos.
Al cabo de unas tres semanas, tus flores habrán perdido algo de su brillo original, y los pétalos se habrán empequeñecido. Pero notarás la diferencia entre secar tus flores al natural y hacerlo al prensado, observando que aún mantienen su volumen.
Rebozarlas en gel de sílice
En tu tienda de artesanías más cercana puedes hallar gel de sílice. Te garantizo que, aplicando este método, tus flores se verán hermosas por muchos meses. Ya habiéndolas secado, el proceso es muy fácil.
Tienes que embadurnar tu ramo de flores con el gel de sílice, todos los pétalos cuentan. Mientras pasen las horas este desecante irá apropiándose de la vida estética de tus flores, haciéndola más extensa. Aunque para lograr mayor efectividad, déjalas rebozar en un recipiente hermético un par de horas.
Laca de pelo
Probablemente no vayas a creerme, pero al usar laca en tus flores secas prolongas su belleza. Antes de hacerlo toma una distancia prudente. Bastarán unos 15 centímetros para rociar este producto en tus flores. Repite la operación tres dos veces más después de la primera rociada.
Esta técnica te ayudará a realzar la coloración de tus flores. No obstante, en el caso de las flores que están frescas, consigues es mantenerlas intactas más allá de su vida natural. A partir de ahora te explicaré cómo refrescar tu nuevo ramo de flores. Estas son las técnicas para secar flores.
Técnicas para refrescar tus flores
Las flores recién cortadas son un manantial de aromas que perfuman tu corazón. Aunque por desgracia su belleza es un lujo efímero. Mientras vivan, debes atesorarlas desde el tallo hasta los pétalos; y para disfrutar de esto te explicaré cinco formas de cuidar sus vidas.
Aire fresco
Cuando recibas un ramo de flores, recuerda siempre despojarlas totalmente de la frazada que las envuelve. Luego separa un poco las flores unas de otras, rocíales agua y guárdalas en tu jarrón preferido. Haciendo esto, permites la buena circulación de aire fresco y solucionas los problemas de transpiración.
Jarrones y jarroncitos
Sé para ti es magnífico el jarrón de flores que pinto Vincent van Gogh; pero en tu caso, al comprar muchas flores será imprescindible que no las guardes arrumadas en un mismo jarrón. Pues es posible que dificultes la entrada de aire suficiente, ocasionando la pronta resequedad de tus flores.
Temperatura del agua
Acuérdate cada tres días de cambiar el agua y limpiar el interior del jarrón. Sin embargo, cuando vayas a recargar de agua tu jarrón, opta por el agua tibia. Las flores sumergidas en agua tibia llevan una estadía alargada. Además, cumpliendo estas normas eliminas las bacterias malignas y la proliferación de microorganismos.
Cortar los tallos
Dedícate un momento a cortar los tallos de tus flores. Cuando sea tiempo de cambiar el agua de tus jarrones, no olvides aprovechar para cortar los tallos. Indiferentemente del instrumento que tengas, aunque no sea de jardinería, haz los cortes dos dedos en diagonal; lo importante es ampliar la superficie por donde tus flores absorben agua.
Conservantes caseros
Los nutrientes se encargan de conservar hermoso tu ramo de flores. De hecho, algunas tiendas de floristería obsequian una bolsa de nutrientes artificiales con la compra de varias flores. Pero si gustas de una opción natural, ¡te contaré cómo preparar tu conservante casero!
Busca un recipiente ancho, un limón jugoso, un puñado de azúcar y vinagre blanco. No es nada complicado. En el recipiente vierte agua tibia y exprime el limón, añade la azúcar y el vinagre y procede a mezclar todo rápidamente… Cuando vuelvas a limpiar el jarrón, ¡dale uso a tu conservante!
Al paso de los días te sorprenderá la belleza que irradia tu ramo de flores y, por si fuera poco, lo mucho que te durará esta magnífica visión.