Los mareos cervicales, también llamado cervicogénico, se caracterizan por dolor en el cuello acompañándose de trastorno del equilibrio. Los mecanismos desencadenantes de estos síntomas pueden deberse a una insuficiencia circulatoria a nivel de la columna cervical, alteraciones en los músculos cervicales, tendones o articulaciones.
Este tipo de dolencia de manera general se refiere a la sensación puntual de inestabilidad que cursa con bostezos, sudoración fría, palidez y, en algunos casos, vómitos. El más conocido de todos los mareos es la cinetosis, que se produce al viajar en barco, avión o coche. La causa de éste muchas veces suele ser por la compresión de la arteria vertebral que se encarga de llevar la sangre al oído interno y al cerebelo. Si tienes este tipo de dolor cervical, aquí te vamos a dar unos pequeños trucos para que puedas tratarlo.
Causas de los mareos cervicales
Las causas más frecuentes son el latigazo cervical en vehículos. Esto se refiere a la flexión o extensión brusca del cuello. También otra de las causas son la artritis y artrosis cervical, espasmos y rigidez acusada de la musculatura del cuello, hernias cervicales y traumatismos. Lo cierto es que existen diferentes causas de este tipo de mareo.
Si tienes este tipo de dolor, tendrás que asistir a la consulta de otoneurología debido a su trastorno del equilibrio. La historia clínica, resaltando si existen circunstancias desencadenantes y una exploración física, además de las pruebas funcionales del equilibrio, orientarán al especialista a establecer el diagnóstico del mareo cervical.
Tratamiento
El tratamiento se enfoca para cada paciente en particular, resaltando la consulta con otros profesionales como médicos rehabilitadores y fisioterapeutas. Una de las propuestas que pueden ofrecerte es la utilización de un programa diversificado. En este, se incluirán una manipulación vertebral para mejorar el mareo, el EPA, y la amplitud de movimiento.
También una rehabilitación muscular específica te ayudará mucho. El re-entrenamiento de la posición de las articulaciones cervicales, estabilidad de la mirada y ejercicios de coordinación ojo-cabeza serán otros de los métodos que te facilitarán la recuperación. Por último, un entrenamiento del equilibrio será fundamental.
Más métodos para los mareos cervicales
Un factor fundamental en el tratamiento de los vértigos y mareos es lograr mantener una postura adecuada que evite el adelantamiento excesivo de la cabeza. Cuando derrumbamos la lumbares, la zona dorsal también se arquea hacia adelante. Además, las escápulas se abren, los hombros se adelantan, las cervicales bajas se flexionan y para mantener la mirada en el mismo nivel, las cervicales altas se extienden.
Esta postura puede ser quizás un agente causal de síntomas cervicales o simplemente un factor perpetuante. En condiciones ideales, deberías intentar ser conscientes de recolocarte de manera erguida, pero lo habitual es que esta actitud activa se diluya en pocos minutos o segundos. Una opción muy funcional sería el uso de un cojín lumbar que te empuje hacia la extensión.
Método Mckenzie
Otra propuesta de tratamiento para la modificación de los síntomas asociados a los mareos cervicales incluye la aplicación del Método McKenzie. Este está especializado en diagnóstico y tratamiento de afecciones de origen mecánico relacionadas con la columna vertebral, tanto a nivel lumbar, como dorsal y cervical.
Este método se basa en la exploración de los síntomas, es decir, dolor cervical, vértigo, contractura cervical. Además, de en el rango de movilidad, para luego utilizarlos como parámetros de referencia tras realizar movimientos específicos (retracción, extensión, rotación) repetidos. El objetivo es conseguir liberar, a través del movimiento, la posible obstrucción que causa el vértigo cervical.
El estrés
Los mareos y la sensación de aturdimiento o inestabilidad son síntomas frecuentes en el paciente con problemas en la columna cervical o rigidez de cuello, sobre todo cuando está rigidez llega a la zona de la nuca. Éstas tensiones musculares a nivel de la columna cervical suelen estar muy vinculadas al estrés y a las tensiones emocionales de tipo crispación, enfados y amargura.
Según la medicina oriental, estas emociones alteran la vesícula biliar y este órgano alterado provocará de forma refleja un aumento de la tensión muscular en la zona de la nuca dificultando el riego sanguíneo hacia el oído y hacia el cerebelo.
Plantas medicinales
La Ginko biloba es una planta que te ayudará a mejorar la circulación de la sangre por el cerebro, eliminando el riesgo de mareos, vértigos y dolor de cabeza. Se puede tomar en infusiones o en comprimidos, que encontrarás sin problemas en cualquier herboristería local. El jengibre también te ayudará, sus elementos son ideales para tratar los problemas de mareos y paliar las náuseas. Lo mejor es tomarlo en una infusión con manzanilla antes de desayunar.
Por último, la flor de la pasión previene los mareos y en general es perfecta para aliviar problemas de estrés o ansiedad, que están entre los orígenes más comunes del dolor de cervicales. En este caso, también es recomendado tomarla en infusión, de 2 a 3 tazas al día.