La gastronomía japonesa es tan rica en postres como lo es con sus platillos salados, y una prueba de ello es su deliciosa y esponjosa tarta de queso, o también conocido como pastel de queso japonés. Para tu suerte, podrás aprender con esta receta a cómo preparar este rico postre oriental
Si bien, su receta está claramente inspirada en el cheese cake tradicionales de Norteamérica, pero están adaptados al paladar de los japoneses al ser elaborados para obtener su característica textura.
Historia y orígenes
Este delicado postre es conocido en Japón como fuwa-fuwa y es bastante común en las pastelerías y cafés. El origen de este pastel de queso japonés se remonta al gobierno Meji, en el siglo XIX, lo cual hace relativamente nuevo a este postre si se compara con la extensa historia de la gastronomía japonesa.
Es en 1873 cuando comenzó la estrategia del gobierno para incitar a la población a que consumiera más productos importados. Aunque fue tiempo después que los japoneses lograron adaptarse a estos alimentos, ya que en aquel entonces estaban poco acostumbrados a consumir comidas extranjeras.
Este gusto comenzó a evolucionar con la llegada de la receta del chesee cake, gracias a los norteamericanos al arribar en tierras niponas durante la Segunda Guerra Mundial. Aunando a la introducción de los quesos suaves y los requesones en la era Shōwa. Desde entonces las pastelerías japonesas comenzaron a emplear estos quesos en la creación de postres.
Pero esta receta fue finalmente popularizada durante la década de los 70 gracias a las revistas femeninas japonesas, con la cual muchas amas de casa se animaron a prepararla dentro de sus hogares. Desde entonces este postre ha conquistado al país y se ha extendido por distintas regiones del mundo
Ingredientes
Para la elaboración de esta tarta de queso japonesa, vas a necesitar lo siguiente:
- ¼ de cucharadita de sal.
- ¼ de cucharadita de crémor tártaro.
- 1 cucharada de zumo de limón.
- 6 huevos (claras y yemas separadas).
- 20 gramos de maicena.
- 50 gramos de mantequilla.
- 60 gramos de harina para repostería.
- 100 mililitros de leche.
- 140 gramos de azúcar glass.
- 250 gramos de queso crema.
Para la decoración puedes usar 50 gramos de azúcar glass adicional, aunque es algo completamente opcional.
Preparación
Sigue estas sencillas instrucciones y en poco tiempo podrás disfrutar de esta rica receta de tarta de queso japonesa.
- Lo primero es que separes las yemas de las claras de los huevos, esto es porque usarás ambos ingredientes de forma separada para la preparación de esta receta.
- En una olla a fuego lento incorpora el queso crema, la mantequilla y la leche. Remueve hasta que todos los ingredientes se integren por completo.
- Por otra parte, en un recipiente distinto tamiza la harina con un colador, luego añádele las yemas de los huevos, la sal y el zumo de limón. Mezcla todo hasta tener una pasta homogénea.
- Hecho esto, integra la pasta resultante con la mezcla de la leche, el queso crema y la mantequilla. Reserva.
- En un recipiente bate las claras de huevo con ayuda de una batidora, y cuando comience a espumar agrega el crémor tártaro junto con un poco de sal. Sigue batiendo las claras hasta que notes que está llegando a punto de nieve y es en ese momento cuando debes agregar, cucharada a cucharada, la azúcar glass. Continúa batiendo hasta que el merengue tenga una consistencia densa y puedas levantar unos “picos” al remover las paletas de la batidora.
- Precalienta el horno a 160 grados y forra por completo un molde con papel antiadherente.
- A continuación, en un recipiente amplio, mezcla con suavidad el merengue junto al resto de los ingredientes del pastel. Luego vuelca la mezcla en el molde.
- Para que el pastel cuaje es necesario que en un molde más grande viertas un poco de agua caliente y coloques dentro de este el molde con la preparación del pastel. De esta forma podrás cocinarlo a baño María. Puedes cubrir el molde del pastel con papel aluminio e intenta que el agua no rebase la mitad del molde del pastel.
- Debes hornear el pastel a 160 grados por 1 hora y 10 minutos. Recuerda no elevar la temperatura durante este tiempo, y aunque pueda parecer que este no cuaja, lo hará si usaste las porciones indicadas, así que no te preocupes.
- Finalmente, una vez haya transcurrido el tiempo de cocción, saca el molde del horno y déjalo atemperarse para después proceder a desmoldarlo. Y listo, tendrás listo su pastel de queso japonés.
Como puedes ver, este postre no tiene una gran dificultad más allá de conseguir un molde apto de uno 8 centímetros de alto y 20 centímetros de diámetro, aunque esto es solo si quieres que quede exactamente igual a como se prepara originalmente, aunque no hay problema si utilizas un molde con medidas diferentes.
Recomendaciones
Si es posible evita preparar esta receta en un molde estanco y no es un desmontable, ya que de esta forma evitarás que pueda haber alguna filtración de agua y por consiguiente el fondo del pastel quede apelmazado. El papel aluminio en una buena alternativa si no tienes un molde estanco en casa.
Además de que puedes guardarlo en el refrigerador, pero no te alarmes si llega a “desinflarse” un poco, es normal que suceda con este postre una vez haya pasado un tiempo desde su preparación.
Por otra parte, no te alarmes si no consigues el crémor tártaro, no es obligatorio. Cuando estés batiendo las claras a punto de nieve, puedes sustituirlo por zumo de limón, solo que por el triple de la cantidad requerida para el crémor.