Es seguro que en más de una oportunidad hayas tenido que limpiar los radiadores de tu casa, y puede ser que te haya parecido una tarea prácticamente imposible, que te va a hacer inclinarte mucho en el piso, meter las manos en lugares muy estrechos y tragar mucho polvo si no te poner una máscara, por ello queremos mostrarte como limpiar radiadores de forma sencilla. Te invitamos a seguir leyendo.
¿Por qué es Importante limpiar el radiador?
No sólo se trata de que la apariencia de un radiador limpio es mucho mejor, es que además, el hecho de que mantengas un radiador limpio, que se encuentre libre de polvo y de suciedad es una ayuda para que mantengas los costos mensuales de la electricidad y el gas a raya, manteniendo una mayor eficiencia energética.
El polvo que se acumula entre las ranuras del radiador convector puede impedir que el calor fluya de forma óptima, y que, por consecuencia, puede producir un sobre esfuerzo del radiador para que llegues a tener la temperatura que deseas en la habitación.
Es relevante que tomes medidas que sean concretas y correctas, como es el caso de hacer una limpieza absoluta en los radiadores por lo menos una vez al año, tratando de que elimines todo el polvo acumulado que te sea posible. Deberías pautarlo como parte de tu rutina diaria, semanal o quincenal de limpieza a fondo, ya que se trata de una excelente idea para que evites la acumulación de ácaros, polvo y suciedad en el radiador.
¿Por qué el radiador sigue acumulando polvo?
Es que siempre hay polvo en el aire, inclusive en este instante en el que estás leyendo este post. Se encuentra en todas partes y no es sólo polvo lo que se puede encontrar en el aire, puedes encontrar haber pelos de mascotas, residuos de nicotina, células de piel muerta y muchas otras cosas. Lo que sería ideal es que trataras de no hacer polvo, pero es casi imposible de hacer.
La causa de que el polvo se acumule y se quede atrapado dentro y alrededor de tu radiador, es la corriente de aire que hace que circule el calor en la habitación. El aire caliente tiende a subir y el frío descender. Es así que, en la medida en que el aire frío desciende, atrae el polvo y cuando pasa por el radiador, el polvo se va a acumular en la sección posterior y en las ranuras de este.
Es posible que ni siquiera hayas podido notar esto antes, debido a que no te pasas el tiempo observando el interior de tus radiadores. En particular, si eres de esas personas que no miran entre las ranuras internas del radiador, lugar en el que podrás conseguir una buena cantidad de polvo acumulada con el paso del tiempo.
¿Qué herramientas necesito para limpiar un radiador?
Previo a que inicies el procedimiento de limpiar tus radiadores, tienes que estar seguro de tener a la mano los siguientes elementos:
- Aspiradora
- Plumero
- Cubo con agua jabonosa
- Esponjas y paños
- Toalla o una sábana para el polvo
- Una varilla larga
- Cinta adhesiva
Pasos para limpiar un radiador
Lo que tienes que hacer es seguir estos fáciles pasos, para que tus radiadores no sólo se vean sino que realmente estén limpios y relucientes. No sólo por estética e higiene, sino para que te asegures de que funcionan a la perfección, para ahorrar en calefacción y mantener el calor del hogar, ahorrando además dinero y manteniendo la temperatura que quieres que tenga tu habitación.
Paso 1 Apaga tu calefacción
Comienza por asegurarte de que el sistema de calefacción se encuentre apagado y que los radiadores están fríos. No sólo se trata de un consejo para tu seguridad, sino que es mucho más lógico limpiar un radiador cuando esta esta frío, debido a que no habrá una corriente de convección que vuelva a acumular polvo mientras te encuentras limpiándolo.
Paso 2 Utiliza la aspiradora
Para comenzar, tienes que tratar de quitar la mayor cantidad de polvo posible, no sólo dentro y alrededor de los radiadores, sino también debajo de él. Si posees los accesorios adecuados de la aspiradora para que puedas aspirar distintas áreas del hogar e incluso, alguno que te faciliten limpiar adentro de las ranuras de los radiadores. Pero, en caso de que no los tengas, no te preocupes, porque hay otras formas de hacerlo.
Paso 3 Utiliza el cepillo
Claro que existen en el mercado cepillos especializados para la limpieza de radiadores que puedes adquirir, pero si esto no es lo que quieres hacer, entonces toma un pedazo largo de madera, que puede ser una regla de metro, envuelve un paño o bayeta alrededor de un extremo y asegúralo en su lugar con cinta adhesiva, pero dejando expuesta una gran sección del paño.
Ahora, coloca una toalla debajo del radiador, para que el polvo y la suciedad caigan encima de él, y comienza a pasar el palo por la parte posterior del radiador, de arriba hacia abajo, empujando el polvo y la suciedad hasta que quede limpio. Tienes que repetir esta acción con cada sección de tus radiadores, hasta que hayas podido eliminar la mayor parte del polvo.
Paso 4 Utiliza un secador de pelo
Aunque no lo creas, una manera muy simple pero efectiva de sacar el polvo de la parte interna y la parte posterior de los radiadores es empleando un secador de pelo. Lo que tienes que hacer es apuntar la boquilla del secador de pelo hacia las ranuras en la parte superior de tus radiadores y enciéndelo en la velocidad más alta, que no tiene que ser la más caliente, sólo se requiere que sea la más potente.
Esto te va a ayudar a bajar y sacar una gran porción de polvo acumulado dentro y detrás de tus radiadores. Solo tienes que asegúrate de haber colocado una sábana o toalla adecuada en el piso antes de comenzar, para que recoja todo lo que descienda en el proceso.
Paso 5 Limpia con agua y jabón
Agarra un balde y llénalo con agua tibia. Luego añade un poco de detergente líquido o el desinfectante de limpieza doméstica que normalmente uses. Procede a agitar el agua hasta que hayas obtenido una gran cantidad de espuma, sumerge una esponja en el agua y escúrrela para eliminar el exceso de agua y que quede ligeramente húmeda. Procede a limpiar la parte exterior de tus radiadores con la esponja, sin que salpiques muchas gotas y luego procede a limpiarlo con un paño seco para que evites que se oxide por el agua.
Lo último que debes hacer, que también es importante, es revisar la pared encima de tus radiadores, porque en ocasiones el calor puede ocasionar que la suciedad y el polvo se queden pegados en la pared. Si es así, usa la misma agua jabonosa para limpiarla, frotando las marcas de forma rápida, teniendo sumo cuidado en no dañar la pintura o el empapelado.