España vendió radares para aviones a Azerbaiyán en 2019

España exportó a Azerbaiyán material de defensa por un total de 19,4 millones de euros en 2019, pese a que desde el año 1992 está vigente una recomendación de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para que sus miembros impongan un embargo voluntario a la venta de armas a los países en conflicto en la zona de Nagorno-Karabaj.

En concreto, España vendió a Azerbaiyán el pasado año radares móviles para su Fuerza Aérea. Se trata de los primeros equipos de los cinco en total a cuya exportación el Gobierno dio el visto bueno, por un importe total de 63,6 millones de euros.

El conflicto armado entre Armenia y Azerbaiyán en la zona de Nagorno-Karabja se remonta a la última década del siglo XX y en 1992 la OSCE solicitó a sus estados participantes que impusiesen un embargo a la exportación de armas a los países implicados; una solicitud que no ha sido derogada 28 años después.

Pese a ello, el Gobierno explica en una respuesta parlamentaria, a la que ha tenido acceso Europa Press, que se trata de un embargo de armas multilateral «voluntario» y varios estados participantes de la OSCE han suministrado armas a Armenia y Azerbaiyán desde 1992.

Entre ellos se encuentra España que, además de los radares móviles para su Ejército del Aire, autorizó también este año la venta de una aeronave de transporte por valor de 40 millones de euros. Sin embargo, esta exportación finalmente no se llevará a cabo porque las autoridades de Azerbaiyán han elegido la oferta de otro vendedor.

Armenia y Azerbaiyán han anunciado esta semana un acuerdo de alto el fuego para poner fin a las hostilidades que comenzaron el 27 de septiembre y en las que, según explica el Gobierno en otra respuesta, «ambas partes se han acusado mutuamente de haber lanzado la primera ofensiva».

«Estos enfrentamientos se producen en el contexto de un prolongado conflicto no resuelto, en el que las partes denuncian violaciones prácticamente diarias del armisticio contemplado en el protocolo de Biskek, de mayo de 1994», señala el Gobierno español.

El Ejecutivo añade además que siempre ha apoyado los llamamientos a la resolución pacífica del conficto, igual que ha hecho el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE, por considerar que «no existe otra salida al conflicto que no sea la de la negociación y el diálogo».

SUSPENDER LA VENTA EN CASO DE RIESGO

Varios grupos parlamentarios han trasladado al Congreso de los Diputados su preocupación por el conflicto. Vox, por ejemplo, ha presentado una proposición no de ley para que España promueva una solicitud pública «del cese de las acciones de Turquía en apoyo militar a Azerbaiyán» en el conflicto, además de promover una solución pacífica.

Por su parte, Junts per Catalunya pide en otra proposición no de ley que el Gobierno cese la venta de armas o cualquier equipo militar a Azerbaiyán y suspenda «con carácter de urgencia» las transacciones que estén en marcha.

En una de las respuestas parlamentarias, el Ejecutivo asegura que todas las transacciones se realizan con el visto bueno de la Junta Interministerial para el Comercio y Control del Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso (JIMMDU), que podría suspender o revocar una autorización previamente concedida «si tuviese conocimiento o existiese riesgo de uso indebido» de los materiales exportados.

JUNTS: RESPETO A LA VOLUNTAD DE LA POBLACIÓN

Junts per Catalunya también quiere que España promueva a nivel internacional una solución al conflicto que pase por «el respeto absoluto a la voluntad mayoritaria expresada libremente por la población autóctona de Nagorno-Karabakh.

Y que se condene el apoyo militar de Turquía a Azerbaiyán, además de la imposición de sanciones contra Turquía por parte de la Unión Europea «por su comportamiento agresivo y expansionista en la Mediterránea oriental y en el Cáucaso».