Una hipoteca es la garantía que le das a un banco cuando vas a solicitar un préstamo de dinero. Cuando hipotecas algún local, como tu casa por ejemplo, estás dando ese inmueble como respaldo en caso de que no puedas pagar las cuotas del préstamo que has pedido.
Esta deuda también incluye un porcentaje de intereses, lo que significa que mientras más tiempo pases sin pagar una hipoteca, más dinero se acumula a la deuda que tienes que pagar.
Características de una hipoteca
Las hipotecas no son más que un componente de un tipo de préstamo bancario, por lo tanto tiene unas características bien definidas.
- Una hipoteca suele ser un compromiso a largo plazo.
- Por lo general el préstamo es de una cantidad considerablemente alta.
- Pueden durar mucho tiempo.
- Para que te acepten una hipoteca es necesario asegurarse de que nuestros ingresos son constantes y si pueden equipararse al importe elevado que estamos contratando. No olvides que al ser un préstamo, en algún momento tienes que pagarlo. Sea con tu dinero o con tu casa.
Cómo se calcula la cantidad del préstamo hipotecario:
El Banco de España toma en cuenta dos factores para definir cuánto dinero compondrá este préstamo:
El valor de tasación de la vivienda: Es decir, cuánto vale el local que estás dejando como garantía para tranzar esta deuda. Esto no es lo mismo al valor que se le puede poner en el mercado de compra-venta, pues este cuenta con otros factores que influyen en el precio final, que no necesariamente coinciden con el verdadero precio del local.
El Banco de España cuenta con un registro de empresas autorizadas para calcular esta tasación.
Al final, la cuantía del préstamo no deberá sobrepasar al 100% del valor del local hipotecado. Hay entidades que solo toman en cuenta entre el 60% y 80%.
La capacidad de endeudamiento del que solicita el préstamo hipotecario: El banco estudia tus ingresos y gastos para saber si estás capacitado para pagar una hipoteca. La cuota mensual no debería pasar del 30-35% de los ingresos mensuales que posees, esto contando los gastos.
También es bueno tener ahorros que vayan al menos por el 25% del valor de la vivienda, y un 10% para gastos de toda la gestión de la hipoteca.
Estos gastos serían los intereses, de los cuales hay tres tipos: a interés fijo, variable y mixto. Luego los gastos asociados, lo que sería el registro en el notariado, todos los trámites burocráticos. Y por último las comisiones, que son porcentajes de la cantidad prestada.
Elementos de un préstamo hipotecario
Una hipoteca está constituida por dos partes:
- El contrato de la hipoteca: se deja por escrito las obligaciones del deudor y las condiciones del préstamo. También los plazos de pago de las cuotas, el pago devolutivo y el sistema de amortización. Amortización se refiere a terminar de pagar la hipoteca antes de lo establecido por el contrato.
- La garantía hipotecaria: es el compromiso de pagar con la entrega de la propiedad a la entidad prestamista si no se puede pagar con el monto establecido.
¿Por qué pedir un préstamo hipotecario y no un préstamo bancario genérico?
Hay ciertas ventajas que tiene una hipoteca por sobre otros tipos de préstamo. Además, todo depende de tu objetivo, ¿para qué estás pidiendo un préstamo? ¿Cuánto necesitas? A veces, la hipoteca se ajusta más a nuestras necesidades por estas razones:
- Las tasas de interés son más bajas que en otro tipo de préstamo. Es decir, contratando un préstamo básico, la cantidad extra que tienes que pagar por cada día de mora es mucho mayor que en una hipoteca.
- La cantidad del monto es más elevado. Por ejemplo, en el BBVA el monto mínimo para efectuar la solicitud de un préstamo es de 20.000 euros. En la hipoteca la cantidad de préstamo siempre es mucho más grande.
- Las hipotecas se prestan más a las adquisiciones de una casa, lo cual es un bien importantísimo para cualquier persona.
- Al ser un contrato a largo plazo, el tiempo para pagar es mucho más largo, lo que te da tiempo suficiente para generar los ingresos que te permitan finiquitar algún día con la deuda.
Desventajas de una hipoteca
Sin embargo, todo tiene sus pros y sus contras, y el contratar una hipoteca no sería la excepción.
- Atrasarse en las cuotas mensuales de pago genera intereses de mora, lo cual acrecienta mucho más la deuda pues suelen ser muy altos. Y esto, por lo general, agrava mucho más tu atraso inicial.
- Contraer una deuda de este calibre implica que debes tener una estabilidad económica constante, lo cual es algo que es sumamente impredecible. Nunca sabemos cuándo nuestro trabajo o nuestra empresa puede dejar de darnos ingresos. Tampoco cómo se deviene la situación económica del país.
- Por lo general las hipotecas se las aprueban mayormente a personas adultas de más de 30 años, con tiempo suficiente de experiencia trabajando. Esto hace que sea prácticamente imposible para un joven que quiere este préstamo conseguirlo.
- La entidad prestamista te va a exigir un seguro contra incendios y terremotos, el cual solo consiste en el monto que tengas pagado de la hipoteca. Por lo cual, si pasa algo, es posible que el seguro no te pueda cubrir todo y quedarías sin casa y con una deuda enorme.
Préstamo hipotecario e hipoteca: no son lo mismo
Hemos estado hablando del proceso para pedir un préstamo bancario, del tipo hipotecario. Ahora, la hipoteca en sí se refiere a la garantía de pago de este préstamo. La hipoteca se refiere a tu casa, tu local, tu propiedad que estás dando como respaldo. El préstamo hipotecario comprende la deuda en sí misma.
El portal del BBVA posee un simulador de préstamo hipotecario, en donde puedes hacerte una idea de a qué te estarías enfrentando si decides hipotecar una propiedad.