El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, ha avanzado que la Comunidad «seguirá tomando medidas en las próximas semanas» para seguir luchando contra la expansión del coronavirus, con el fin de no tener que recurrir al confinamiento decretado los meses de marzo y abril.
Así lo ha confirmado este viernes en Villafranca del Bierzo (León), donde ha firmado un convenio de colaboración con el presidente del Consejo Comarcal de El Bierzo, Gerardo Álvarez Courel.
Fernández Mañueco ha destacado que Castilla y León se encuentra dentro de las Comunidades que están tomando decisiones «con liderazgo, anticipación, coherencia, escuchando a los expertos y con planificación».
En este sentido, ha recordado que hace unas semanas se tomó la decisión del cierre de las barras en la hostelería, la reducción de los grupos a seis personas además de que el Gobierno autonómico se anticipó en la petición del toque de queda, además de que esta semana se ha acordado la delimitación perimetral de la Comunidad.
No se quedarán aquí y ha avanzado en la puesta en marcha de nuevas medidas, como trasponer el acuerdo del Sistema Interterritorial de Salud para que sea de obligado cumplimiento en la Comunidad. Se trata de medidas «detalladas y concretas», con el objetivo de «no se llegue» a la situación de confinamiento total como el que se aplicó en en los meses de marzo y abril.
El presidente de la Junta ha reconocido que espera que el toque de queda y el cierre perimetral «provoque el descenso de contagios», aunque ha apelado en la responsabilidad individual y se ha referido a las «sanciones contundentes» para aquellos que no cumplan con las restricciones.
Además, ha justificado la decisión del cierre perimetral por ser una medida que «están tomando la inmensa mayoría» de las Comunidades y que llega de la recomendación de los expertos «como una medida adecuada para proteger a las personas de Castilla y León y de otras con menor tasa de contagios».
Por otro lado, Alfonso Fernández Mañueco ha avanzado que la consejería de Fomento y Medio Ambiente invertirá 1,7 millones de euros para que las residencias de la Comunidad «puedan detectar con antelación la COVID-19 en las aguas residuales» de estos centros de mayores a través de análisis que se realizan todas las semanas.
Una medida que ha destacado como «muy importante y eficaz» y que se suma a otras muchas como son «la formación del personal de las residencias o reducir al máximo quien puede entrar en estos centros».
Asimismo, ha avanzado que se rescatarán los equipos COVID-Residencias puestos en marcha en el mes de marzo y abril y ha añadido que «se apostará por las pruebas de antígenos de segunda generación por su rapidez».