El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha asegurado que la compañía ofrecerá en su próximo plan estratégico, que presentará al mercado el 26 de noviembre, una remuneración para sus accionistas para el periodo 2021-2025 que será «atractiva», financiada con caja y no con deuda y compatible con el mantenimiento de la fortaleza de balance y la flexibilidad financiera del grupo.
En una conferencia con analistas para presentar los resultados del tercer trimestre, Imaz reiteró que la retribución al accionista «es uno de los pilares de la estrategia de Repsol» y subrayó que será «unos de los compromisos clave» incluidos en la nueva ‘hoja de ruta’.
No obstante, el ejecutivo de la petrolera apostó por esperar unas semanas para conocer con exactitud los aspectos finales del dividendo de la compañía para los próximos cinco años.
A pesar de ello, señaló que la retribución será «atractiva» en comparación con sus pares, y las principales empresas del Ibex-35 y añadió que se financiará con caja y que «será compatible con fortalecer nuestro balance y mantener nuestra flexibilidad financiera».
Imaz afirmó que el plan para transformar Repsol a 2025 girará en torno a ser una compañía «más rentable y competitiva», reafirmando el compromiso a largo plazo de ser una empresa cero emisiones netas de CO2 en el horizonte de 2050.
Imaz subrayó que, a pesar del impacto negativo del Covid-19 y del impacto que «probablemente persistirá a corto plazo», el grupo ha avanzado en los objetivos establecidos en su plan de resiliencia, cumpliendo con sus compromisos de remuneración a los accionistas.
EL CORTO PLAZO «VA A SER DURO»
No obstante, advirtió de que los acontecimientos recientes indican que «se pueden esperar más obstáculos» en el camino con una desaceleración económica en los próximos meses. «El corto plazo va a ser duro, pero trabajamos durante el próximo año para transformar a Repsol en una empresa más fuerte, más rentable y competitiva», dijo.
Además, Imaz indicó que la descarbonización no solo pasa por las renovables y la electricidad, como confirma la apuesta del grupo por los biocombustibles en sus proyectos en Puertollano, Cartagena o Bilbao.
«Demuestran cómo estamos trabajando en la consecución de objetivos que impulsen nuevas rutas tecnológicas en nuestro camino hacia la neutralidad en carbono», añadió al respecto, subrayando que «todas las formas de descarbonización son válidas y complementarias e incentivar su contribución acelerará la transición energética».