La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) cree que la segunda ola de la pandemia se llevará por delante a 500.000 empleos y 300.000 autónomos, según se desprende del séptimo barómetro de la asociación.
En concreto, prácticamente el 10% de los autónomos prevé que tendrá que cerrar y uno de cada tres se plantea, dadas las circunstancias, llevar a cabo reducciones de plantilla.
El presidente de ATA, Lorenzo Amor, ha remarcado que el número de rebrotes y contagios no deja de crecer, junto con las restricciones, por lo que cree que «se avecina un desastre para autónomos, empresas y trabajadores si no se acompaña de un plan urgente de medidas económicas».
Por ello, Amor aboga a que se establezca de manera urgente «desde ya», un plan de emergencia con vistas a 2021, que facilite la liquidez e impulse el consumo y la demanda con el fin de amortiguar la caída de la actividad y evitar el cierre de empresas y autónomos y por ende la destrucción de empleo.
Del barómetro se desprende que el 6,5% de los autónomos, unos 210.000, tienen sus negocios o actividades cerradas en estos momentos, de los que el 4% asegura que lleva con su negocio cerrado desde marzo. También destaca que un 60,7% de los encuestados ha afirmado que aunque tiene abierto, está funcionando al 50%.
Tan solo un 14,5% de los encuestados ha apuntado que está trabajando con total normalidad y un 3,7% ha reconocido estar funcionando incluso mejor que antes de la pandemia.
Los resultados muestran que un 84% ha visto cómo la facturación de su negocio se ha visto reducida respecto al año anterior, el 8,7% dice que se ha mantenido y un 4,3% considera que incluso ha aumentado.
Entre los que han reducido su facturación, casi el 60% dice que lo ha hecho en un 60% o más, lo que en términos absolutos, supondría unos 1,9 millones de trabajadores por cuenta propia.
La mayoría de los encuestados ha señalado que la morosidad sigue siendo un importante problema para muchos autónomos, de hecho uno de cada tres asegura que la sufren.
Preguntados sobre las medidas aplicadas para frenar el impacto de la pandemia, el 80,7% ha resaltado que no ha solicitado el cese de actividad extraordinario que entró en vigor el pasado 1 de octubre, frente a los más de 300.000 que sí lo han demandado.
Sobre las soluciones para obtener liquidez, créditos o ICOs, el 43,3% de estos autónomos afirman que han solicitado algún tipo de financiación en los últimos meses, de los que al 18,7% se les ha concedido sin problemas, al 9% se le ha concedido pero por un importe inferior al solicitado y un 3,4% está pendiente de resolución. Se le ha denegado al 12,2%.
De su lado, destaca el 42,4% de los trabajadores por cuenta propia, que no ha considerado necesario solicitar financiación, y un 13,4% que, aunque hasta el momento no la ha solicitado, tiene previsto hacerlo a corto o medio plazo.
CASI EL 14% DE LOS AUTÓNOMOS HA TENIDO QUE DESPEDIR
El barómetro también subraya que casi el 43% de los autónomos que tienen trabajadores a su cargo ha afirmado que ha solicitado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) o que tiene previsto hacerlo para poder seguir con su actividad.
El 43,3% ha afirmado que, pese a toda la situación, mantiene al 100% de su plantilla, y el 13,9% dice que se ha visto obligado a despedir. También resalta el hecho de que uno de cada cuatro autónomos, el 28,3%, aún no ha incorporado a toda su plantilla.
Solo el 22,8% dice que es capaz de mantener a todos sus empleados, cifra inferior a casi el 30% que lo consideraban en el anterior barómetro.
Así, casi el 30% asegura que mantendrá algunos empleos, pero que se va a ver obligado a no contar con todos los trabajadores que tenía antes de la pandemia y 28,8% afirma que no va a poder mantener a la plantilla.
Prácticamente el 60% de los autónomos ha remarcado que, si tuviera que hacer frente al despido de alguno de sus trabajadores, no tendría la liquidez suficiente para poder finiquitar dichas contrataciones. Además, el 58,7% afirma que no va a poder mantener a toda su plantilla por los gastos que conlleva el despido de estos trabajadores.
Respecto a la situación económica, casi la mitad creen que la economía tardará en recuperarse más de dos años y solo un 3% piensa que lo hará en seis meses.