La buena alimentación es básica para la vida y debe de contener aminoácidos esenciales. La carencia de estos, o una alimentación deficiente de los mismos, puede originar problemas en el sistema nervioso y en todos los órganos y demás sistemas; puede facilitar la aparición de lesiones musculares en el aparato locomotor y ocasionar dificultades de cicatrización de las heridas o de la recuperación muscular tras un esfuerzo físico.
Qué son y para qué sirven los aminoácidos esenciales: son proteínas que el organismo no es capaz de sintetizar por sí solo y que, en consecuencia, el sujeto debe de ingerir en su dieta alimentaria a diario, en unas cantidades determinadas, porque las necesita para el funcionamiento correcto y saludable del cuerpo humano.
Son aminoácidos esenciales la leucina, la isoleucina, la valina, la metionina, la lisina, la fenilalanina, el triptófano, la treonina, la histidina y la arginina. De todos ellos, los dos últimos citados, la histidina y la arginina son, en realidad, aminoácidos “semiesenciales”, pues sólo son “esenciales” en función del resto de componentes de la alimentación el individuo. Además, la histidina es un aminoácido que sólo es esencial durante la infancia, y que pasa a ser considerado como “no esencial” cuando la persona alcanza una edad adulta.
Macronutrientes
Los alimentos están compuestos por varios elementos nutrientes. Entre ellos, están los llamados “macronutrientes”, porque dotan al cuerpo y al organismo de la energía que necesita para vivir. Otros elementos alimenticios son los denominados “micronutrientes”, que son las vitaminas, los minerales y el agua.
Los “macronutrientes” son los hidratos de carbono, los lípidos y las proteínas (aminoácidos esenciales). Están formados por moléculas pequeñas, que se unen para formar otra molécula de un tamaño superior. De esta forma, cuando una persona ingiere los alimentos, los “macronutrientes” que contiene tal alimento se separan en sus componentes más pequeños, para poder atravesar la mucosa intestinal y ser metabolizados y aprovechados por las células que los absorben. Son los procesos de digestión y de absorción.
Su consumo es necesario
Si un alimento contiene todos los aminoácidos esenciales en una cantidad suficiente, se dice que contiene proteína de alto valor biológico. La proteína considerada de mejor calidad es la del huevo (la albúmina), porque contiene todos los aminoácidos esenciales para el hombre en unas condiciones óptimas para su absorción en el intestino.
También puede pasar que un alimento contenga todos los aminoácidos esenciales, menos uno, o que lo tenga en una cantidad muy pequeña, insignificante. En este caso, se considera que el aminoácido que falta es “limitante” para poder considerar al alimento como de alto valor biológico.
Ingerir complementos alimenticios
Si esto pasa, es decir, si la alimentación del individuo adolece de algún nutriente esencial, es recomendable que complemente dicha alimentación con compuestos y preparados, que se venden en páginas especializadas de Internet.
Son tiendas online que hay que seleccionar cuidadosamente, pues sólo algunas de ellas ofrecen compuestos de calidad con ofertas muy ventajosas.
Ofertas interesantes
En estas tiendas online especializadas se pueden encontrar compuestos como aminoácidos y glutamina, beta alanina, citrulina, bebidas energéticas, enzimas, L-arginina y otros complementos para deportistas. Siempre tienen a disposición de sus clientes algunas ofertas realmente interesantes.
El consumo de aminoácidos esenciales es necesario para poder vivir. Se recomienda un consumo diario y repartido de los nutrientes, antes que tomarlos todos de golpe en algún día concreto. Las cantidades aconsejables oscilan entre los 20 y los 150 miligramos de cada aminoácido por cada kilo de peso de la persona, y cada día.
Alimentación variada
Una alimentación variada con todos los grupos de alimentos en las cantidades recomendadas es suficiente para ingerir los aminoácidos esenciales necesarios para una vida saludable. Pero no está de más tomar alguno de los complementos alimenticios recomendados.
Las deficiencias continuadas de algunos de estos nutrientes pueden ocasionar problemas en el sistema nervioso y otros sistemas y órganos vitales; en el aparato locomotor, etcétera, o provocar lesiones musculares, dificultades de cicatrización de heridas y una peor y más lenta recuperación de los músculos tras realizar un esfuerzo.