Un artículo publicado por la revista Journal of Paleolithic Archaeology, en publicación adelantada online al 9 de octubre del 2020 (https://rdcu.be/b8gOC) expone que la antigüedad del hacha de mano encontrada en la Cueva Negra del Estrecho del Río Quípar (Caravaca de la Cruz, Murcia) así como la evidencia de la combustión de la Cueva, podrían remontarse a entre 990.000 y 772.000 años, lo que convertiría a este tipo de instrumento y los restos de combustión en los más antiguos de Europa hallados hasta el momento.
¿La talló el Homo antecessor quizá?, se preguntan los autores. Se han encontrado en este lugar, asimismo diversos hallazgos paleolíticos y paleontológicos. La antigüedad del conjunto puede compararse, por tanto, a las dataciones de Notarchirico (Italia) y La Noira (Francia) que han proporcionado hachas de mano de algo menos que 772.000 años.
El conjunto demuestra la versatilidad técnica y cognitiva del Homo antecessor u Homo erectus en el suroeste europeo hacia el final del cron Matuyama. «Debido al significado de la Cueva Negra en el contexto del Pleistoceno Antiguo de Europa nuestras nuevas publicaciones merecen consideración, seria y extensa, por parte de nuestros colegas científicos», afirman los autores del artículo, que esperan la publicación en letra impresa del nuevo artículo durante 2021 en un número del Journal of Paleolithic Archaeology.
El profesor emérito honorífico de la Universidad de Murcia, Michael Walker (Facultad de Biología), cuya dirección de las campañas de excavación comenzó en 1990, declara que «la confirmación de la antigüedad de la Cueva Negra del Estrecho del Río Quípar la sitúa entre los yacimientos paleolíticos más antiguos de España. El conjunto es coetáneo con el Homo antecessor de Atapuerca».
«La evidencia de la combustión, demostrada claramente en restos de sílex y hueso excavados en los sedimentos profundos, nos ofrece el testigo del fuego más antiguo reconocido hasta ahora en cualquier yacimiento del Paleolítico en el mundo fuera del continente africano», añade.
Y es que, el singular hallazgo de un hacha de mano de talla bifacial, entre la insólita variedad de la talla de las piezas líticas recuperadas, es el ejemplar más antiguo descubierto en Europa, y reafirma la antigüedad del empleo de dicha técnica que la ofrece también un hendedor de igual antigüedad del yacimiento tarraconense del Barranc de La Boella. «Está fuera de toda duda que La Cueva Negra del Estrecho del Río Quípar ocupa un lugar singular en la Arqueología del Paleolítico en Europa», remarca Walker.
El artículo está firmado por el profesor emérito de la UMU y presidente de MUPANTQUAT; María Haber Uriarte, profesora de la UMU y vicepresidenta de la asociación; Ignacio Martín Lerma, profesor de la UMU, así como por Antonio López Jiménez, Mariano López Martínez, Jan Van Der Made, Mathieu Duval y Rainer Grün.
La Asociación Murciana para el Estudio de la Paleoantropología y el Cuaternario (MUPANTQUAT) coordina la investigación de la Cueva Negra, con participación activa de profesores y científicos formados en la Universidad de Murcia, que están entre los autores firmantes de los artículos científicos mencionados.
Se trata de una organización sin fines de lucro registrada oficialmente en España en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. La pandemia originada por el COVID-19 ha interrumpido el ciclo de tres décadas de excavación anual desde 1990 que esperan retomar en 2021 si la pandemia lo permite.