Para muchos, el otoño es la mejor estación del año. No es de extrañar, pues tienen razones de sobra para sostenerlo. Los colores ocres de la naturaleza, la luz otoñal del crepúsculo, el cielo medio cubierto, la brisa que invita a abrigarse bien…Lo ideal para una escapada de fin de semana, especialmente para una escapada al mundo rural y a los pueblecitos con encanto de Barcelona.
Y es que a muy poco tiempo de la capital catalana nos encontramos con auténticas joyas. Pueblos discretos y coquetos, de mar y de interior, que merecen una visita para disfrutar de sus paisajes, su arquitectura y su gastronomía. En dos semanas, a principios de noviembre, es el puente de Todos los Santos. Si estás pensando en hacer un pequeño viaje por la provincia de Barcelona, toma nota de estos enclaves.
1Santa Coloma de Cervelló
A solamente 18 kilómetros de la Ciudad Condal. Es decir, a media hora en tren desde la estación de Plaza España. A tiro piedra de la capital catalana está este pueblo que acoge la Colonia Güell, una de las obras maestras del arquitecto Antonio Gaudí. El edificio, en su día una de las fábricas textiles más pujantes de Cataluña y de España, alberga la conocida como Cripta de Gaudí. Esta fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
El edificio al completo es un derroche de ingenio y belleza. Varias de las construcciones que componen el conjunto son obra del genio catalán, como la inclasificable fachada modernista de la antigua escuela.
Pero no todo va a ser Gaudí. Además de la Colonia Güell, merece la pena pegarse un garbeo por el centro histórico de este pintoresco pueblo. Junto a la obra de Gaudí encontramos el castillo de Torre Salvana, una fortaleza del siglo X.
