La defensa de Maje pide que se evite la «trampa moral sexual»

La defensa de María Mesús M., juzgada desde este miércoles por el asesinato de su marido en agosto de 2017 en un garaje del barrio valenciano de Patraix, ha pedido a los miembros del jurado que eviten caer en la «trampa moral sexual» que considera que se ha tejido sobre la acusada, que se enfrenta hasta 25 años de cárcel, y ha criticado los «clichés de género» que «sobrevuelan» sobre esta causa y la conocida como ‘Maje’, de la que asegura que se han dicho cosas «que nunca se dirían sobre un hombre».

«Si es por los juicios paralelos y morales, estaría condenada ya», ha expuesto el letrado, quien ha recordado que estamos en un estado de derecho y ha cargado igualmente contra la «trampa enorme» que son los «juicios paralelos».

La defensa de Maje, que niega las acusaciones, afirma en su escrito que los acusados se conocían del hospital en el que trabajaban antes de la boda con Antonio, la víctima, aunque limita la relación a encuentros sexuales esporádicos; posteriormente, se distanciaron y tras el matrimonio ella volvió a quedar con Salvador, a quien le explicó que la relación con su pareja no funcionó desde el principio, con discusiones frecuentes en las que el marido le había llegado a echar de casa.

De esta forma, defiende que él iba a su casa «a consolarla» y «protegerla», por lo que le llegó a darle las llaves del garaje. Según la defensa, Salvador estaba obsesionado con María Jesús y se convirtió en su amigo y asesor.

En mayo de 2017, ella conoció a una tercera persona y decidió separarse del marido, aunque Salvador pensó que no era «solución» y le dijo que lo mejor era acabar con la vida de Antonio, pero María Jesús no dio credibilidad a esta declaración. El día de los hechos, cuando él confesó lo que sucedido, ella lloró y gritó reprochándole su acción.

El abogado ha querido mandar el pésame público a la familia del fallecido y ha apuntado que «en general, en todo juicio de jurado y en particular en este, tenemos todos que evitar las trampas morales sexuales que se ponen para poder enjuiciar con sentido común».

El letrado ha lamentado la visión mostrada de su cliente en los medios de comunicación de manera constante, y que se haya presentado como «manipuladora», que engañaba al marido o incluso como «depredadora sexual. Así, ha criticado que se haya «construido» y «montado una imagen» de la acusada mientras que él, que es su defensa, no ha tenido «demasiado interés en si tenía dos o tres amantes».

«Aquí se acusa si alguien mata a otro» o no, ha incidido y ha mostrado a su cliente como una enfermera profesional que había días que doblaba turnos en el hospital y de allí se marchaba a una residencia de ancianos de Torrent, por lo que percibía casi 30.000 euros anuales. «Dios nos libre de enviudar bajo sospecha», ha dicho para rechazar móvil económico.

No obstante, ha lamentado que eso no vende y ha pedido a los miembros del jurado que «actúen sin perjuicio alguno, decidan con libertad y con su propio criterio».

«LA VIDA ES IMPREDECIBLE»

Por parte de la defensa de Salvador, se ha alegado que su cliente, respetado en el hospital y en su familia, conoció a una mujer de la que ha sido «una víctima, un iluso» y si bien ha admitido que los hechos «son los que son, la vida es impredecible».

La abogada se ha preguntado qué vínculo se estableció entre acusado y María Jesús para «destrozar» dos familias, incluida la suya propia, cuando él es «buena persona», ha querido colaborar en el procedimiento y ha colaborado.

Así, ha indicado que aunque al principio quiso exculpar a ‘Maje’ y se atribuyó la culpa, tras «recapacitarlo, su conciencia, su fe y su profundo arrepentimiento hicieron que quisiera contar la verdad», que es que sí que había un plan pero «urdido por una sola persona, la otra acusada».

«CABALLERO ANDANTE» Y «MARIONETA»

En esta línea, ha mostrado a su cliente como «una marioneta», «un lacayo» y un «caballero andante» de María Jesús y ha mostrado su confianza en que, aunque «no es un camino fácil», se pueda mostrar «su profunda sinceridad y los motivos que le llevaron a hacer algo que no se puede explicar con los cánones de la normalidad».

La defensa, para «mitigar» el daño causado por el acusado ha querido aportar una serie de cartas y la intención de rescatar un plan de pensiones de Salvador para aportarlo a la familia de la víctima y que, hasta ahora, no ha podido hacerlo por impedimentos del banco. «Nadie estamos libres de hacer algo en algún momento de lo que nos arrepintamos», ha alegado.

La defensa de Salvador considera que no ha cometido delito y, en caso de que así se estimara, sostiene que concurre la eximente completa de trastorno mental o uno transitorio por obrar como consecuencia de estímulos tan poderosos que provoquen obcecación.

DECLARACIONES POSPUESTAS

En esta sesión, la defensa de Salvador R. ha presentado una documental, una pericial psicológica sobre su cliente, lo que ha llevado al abogado de María Jesús a solicitar la suspensión o bien que se deje su declaración para el final de la vista, con el fin de ilustrarse sobre ella.

El fiscal no se ha opuesto a que los dos declaren después de la práctica de testificales y periciales, mientras que la acusación particular lo ha rechazado al alegar que en su día fue aprobada y sabía que iba a llegar y tiene tiempo para estudiarla.

El presidente del tribunal ha rechazado la suspensión porque se trata de una prueba admitida y anunciada, además de que hay tiempo suficiente para examinarla. Sobre posponer la declaración de los acusados, el presidente del tribunal lo ha aceptado al haber únicamente oposición de la acusación particular y no del fiscal. Por tanto, ambos declararán al final y este jueves no hay juicio.