Un 59% de las niñas y adolescentes de España han sido acosadas en las redes sociales, según un informe elaborado por la ONG Plan International, con motivo del Día Internacional de la Niña que se conmemora el 11 de octubre.
El estudio, titulado ‘(In)seguras online’ ha sido realizado a partir de entrevistas a más de 14.000 chicas de entre 15 y 25 años de 22 países. En concreto, en España, 1.000 niñas y jóvenes de entre 15 y 24 años han respondido a la encuesta.
De los datos referidos a España se desprende que el 75% de las encuestadas dice que quienes las acosan son, en su mayoría, personas conocidas, de las cuales el 41% son personas de su entorno laboral o educativo (frente al 23% a nivel mundial); el 17%, parejas o exparejas; y el 15%, amistades.
La mayoría de las chicas empiezan a ser acosadas en las redes entre los 12 y los 16 años. Por tipo de red social, el 35% de ellas indica que ha sufrido acoso en Instagram, seguido del 28% que lo han experimentado en WhatsApp, y el 20%, en Facebook.
En cuanto a la frecuencia, el 40% de las encuestadas asegura que ellas mismas u otras chicas que conocen sufren acoso online «muy frecuentemente»; un 23%, «con frecuencia», mientras que un 25% señala que «a veces», un 8% que «rara vez» y un 4% dice que nunca.
LENGUAJE OFENSIVO Y HUMILLACIONES
Por tipo de acoso, el 77% de las chicas de España dicen que ellas u otras jóvenes que conocen han estado expuestas frecuentemente o muy frecuentemente a un «lenguaje ofensivo y abusivo» en estas plataformas. Les siguen las que han sido avergonzadas públicamente o humilladas por su físico (ambos con un 64%); intimidadas (61%) y acosadas sexualmente (58%). El 88% afirma que, o bien ellas mismas u otras chicas a las que conocen, han sufrido múltiples tipos de acoso.
Sobre los motivos del acoso, el 62% de las chicas encuestadas en España dicen que son acosadas por su apariencia física, seguidas por las que creen que sufren acoso debido a su identidad de género (29%), su orientación sexual (29%), su raza u origen étnico (20%), sus opiniones políticas (17%) y su discapacidad (9%).
Cuando se enfrentan a estas situaciones, la mayoría, el 42%, opta por ignorar a la persona que las acosa y seguir utilizan la red social, mientras que el 17% se decanta por desafiar al acosador públicamente y el 7% decide dejar de usar la red social en la que ha sido acosada.
En cuanto a las responsabilidades en la lucha contra este tipo de acoso, el 36% de las encuestadas sugiere que las empresas de redes sociales deberían hacer más para acabar con el acoso online en sus plataformas. Para un 20% tiene que ser la Policía y el Gobierno los que incidan más en esta lucha y un 17% opina que deberían ser el resto de usuarios de redes los que tomaran más partido contra el acoso online.
EN EL MUNDO: 1 DE CADA 3 DENUNCIA
A nivel mundial, el informe revela que el porcentaje de niñas que han sufrido ciberacoso se encuentra un punto por debajo de España, con un 58%. Una de cada tres, el 35%, asegura haber denunciado a su agresor o agresores, pero las chicas cuentan que, generalmente, los acosadores se suelen crear nuevos perfiles con los que siguen acosando y, además, es complicado reportar ya que, para hacerlo, se necesita un número significativo de denuncias antes de que las plataformas tomen medidas.
«Esta investigación evidencia que, independientemente del contexto socioeconómico y el país en el que vivan, niñas y adolescentes de todo el mundo comparten experiencias de acoso y discriminación en Internet. Estos ataques suponen una amenaza para su libertad de expresión, su participación y su desarrollo», ha indicado la directora general de Plan International, Concha López.
Por ello, pide que los gobiernos de todo el mundo apliquen leyes específicas para hacer frente a la violencia online por razón de género y, en concreto, en España, reclama la aprobación «urgente» de la Ley Orgánica de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, que aborda la violencia en entornos digitales, e insta a aplicarla con perspectiva de género.
Además, pide la colaboración de las empresas de redes sociales para que creen mecanismos de denuncia «sólidos, efectivos y accesibles», que respondan a las necesidades específicas de las niñas y jóvenes y las protejan, que responsabilicen a los acosadores y promuevan una política de tolerancia cero con el acoso online en sus plataformas.