El cineasta y guionista argentino Eduardo Crespo (Crespo, Argentina 1983) presenta su película ‘Nosotros nunca moriremos’, sobre «cómo se transita el dolor y el duelo en un pueblo de provincias», en la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
En rueda de prensa en el Festival donostiarra, Crespo, acompañado de parte del equipo de la película formado por, entre otros, los productores Laura Mara, Santiago Loza, el coguionista Lionel Braverman, y la intérprete Romina Escobar, ha presentado este trabajo sobre la muerte de un joven y cómo afrontan el duelo su madre y su hijo pequeño.
El director, visiblemente emocionado, se ha mostrado «muy contento» de poder haber trabajado con su equipo y haber hecho esta película en un momento como éste, por la pandemia por covid-19.
Según ha explicado, tras la muerte de su abuelo en su pueblo, Crespo, el cineasta quería contar una historia «sobre cómo se transita el dolor y el duelo en un pueblo de provincias». «Ahondar en la muerte joven en un pueblo, se crea un clima medio sombrío y cómo transita el dolor un niño y descubre ese dolor de los adultos con esa madre que es, quizás, la más perjudicada«, ha explicado.
Crespo ha indicado que este filme, rodado justo antes del confinamiento por el coronavirus, «ha sido como una despedida» de su pueblo y de sus seres queridos, a la vez que «un inicio de una nueva etapa, de filmar en otros lados» y salir de ese lugar.
Además, ha afirmado que los personajes, interpretados en su mayoría por actores no profesionales, hacen que la película «sea real». «La forma en que toma la película de primeros planos, escuchar al personaje, quería compartir un tiempo, algo que, de un modo como premonitorio, ha venido luego con la pandemia, dándonos tiempo de estar con nuestros seres queridos, nuestros vínculos, pensar en la vida de otra forma», ha dicho.
Crespo ha puntualizado que «hay algo de la película que tiene que ver con cierto respeto para con todos», que es en parte lo que le interesa del cine. En este sentido, ha explicaron que rodaron dándose tiempo y desde un «cierto cariño» a los personajes. «Me interesaba trabajar de otra forma a la que se está acostumbrado en la historia del cine», ha apuntado, ya que le parecía «importante que la película esté atravesada por eso».
A su juicio, esta película «habla del misterio de la muerte» y de «cómo se transita el dolor y el duelo en un pueblo de provincias». «Me parecía lindo no dar explicaciones, que el joven haya decidido quitarse la vida, me interesaba que no haya una explicación, ese misterio y también hablar de la sencillez con la que viven algunas personas», ha añadido.
A su juicio, el cine latinoamericano «está atravesado por lo social, lo documental, lo político», pero él quería trabajar todo eso sin ponerlo de manifiesto, reflexionando sobre el hecho de que nuestras acciones cotidianas también «tienen que ver con la política y lo social». «Me interesaba mezclar la tragedia con algo de lo pueblerino, el humor de lo cotidiano, que aparece también en esta película», ha afirmado.
Por su parte, Romina Escobar, que interpreta el papel de esa madre que ha perdido a su hijo y que contiene el dolor en presencia del pequeño, ha destacado que su personaje «al final explota, estalla y eso está muy bien contado». Además, ha subrayado que a las actrices trans como ella «siempre» les llaman «para hacer de personajes de prostituta, peluquera o peluquera prostituta», por eso para ella fue «muy importante» hacer este personaje.
«Estaría buenísimo que nos llamaran para hacer otros personajes», ha destacado, a lo que Crespo ha añadido que también espera haber aportado su «granito de arena» en favor de la diversidad.
En cuanto a la situación por la que atraviesa el cine argentino, Crespo ha lamentado que pasa por «una crisis muy grande, que ya venía por decisiones del gobierno pasado». No obstante, ha subrayado que el cine argentino y el argentino en sí «tienen una particularidad de adaptarse y salir de las crisis». Por eso ha confiado en que «más allá de que esté parado por una cuestión de cuidado, va a resurgir y se va a poder ir a las salas».