La temida retención de líquidos trae algunas consecuencias que, pese a no ser graves, nos traen problemas en nuestro día a día. Mala circulación, hinchazón de barriga, bolsas bajo los ojos, celulitis… además, y hasta para eso tenemos mala suerte, afecta sobre todo a las mujeres. Sin embargo, gracias a la farmacéutica Rocío Escalante, experta en nutrición, hoy os traemos unos cuantos consejos que os ayudarán a combatir este molesto inconveniente que afecta a muchas más personas de las que nos imaginamos.
Las principales causas de la retención de líquidos son una mala alimentación que suele ser rica en sal, los cambios hormonales – como la menstruación, la menopausia y el embarazo – llevar una vida sedentaria o el consumo de ciertos fármacos, como los anticonceptivos, además de algunas enfermedades derivadas del corazón, hígado, riñones o tiroides.
Las claves para combatir esta temida retención de líquidos con más fáciles de lo que crees. ¡Toma nota y empieza a ponerlas en práctica!
– Muévete a diario. Lo ideal es realizar algún deporte, pero también puedes caminar o subir escaleras. Lo importante es intentar moverse siempre que sea posible, y adecuar la intensidad del ejercicio a tu forma física. Si trabajas sentado, levántate cada hora.
– Hidrátate bien. Aunque pueda parecer contradictorio, para luchar contra la retención de líquidos hay que beber abundante agua. Acostúmbrate a tener siempre a mano una botella para ir bebiendo. Además, es aconsejable tomar infusiones diuréticas y que favorezcan la eliminación de líquidos, como la de cola de caballo, hinojo, diente de león, ortiga, el té verde…
– Evita llevar ropa y calzado muy ajustado, eleva las piernas si pasas muchas horas sentada y cuando estás durmiendo.
– Lleva una dieta equilibrada. Reduce el consumo de sal, así como de alimentos que la contienen como embutidos, quesos grasos, ahumados, comidas preparadas y precocinadas. Tampoco conviene que tomes mucho azúcar, y deberás evitar el consumo de bebidas con gas y de alcohol. Incluye alimentos ricos en potasio – como aguacate, plátano, papaya, espinacas, acelgas, tomates, patatas – que contrarrestan el nivel de sodio del organismo, y mantienen el equilibrio de líquidos. Y no olvides los alimentos diuréticos, que te ayudarán a eliminar líquidos, como la piña, el puerro, el apio, el pepino, el espárrago, el calabacín, la alcachofa, el melón, la sandía, la pera, etc.