La joven jugadora donostiarra de bádminton Clara Azurmendi afirmó que es una suerte poder entrenarse con la campeona olímpica, Carolina Marín, en el CAR de Madrid y que le transmite «fuerza» y «confianza» ante el retorno a la preparación tras el parón provocado por la pandemia de la COVID-19.
«Es una suerte enorme poder entrenar y tener el mejor espejo en el que mirarse. Es, si no la mejor jugadora en la que fijarse ahora mismo, una de las mejores y tenemos la suerte de tenerla como compañera y entrenar con ella y de ver cómo entrena y lucha por sus objetivos», manifestó en declaraciones al servicio de prensa del COE.
Al margen de los entrenamientos, Clara Azurmendi indicó que Marín es su amiga y le pide consejos a nivel profesional y personal. «Siempre está dispuesta a compartir y a ayudar a sus compañeros en lo que pueda. Aparte de una gran deportista, es una gran persona de la que todos podemos aprender muchas cosas», destacó.
Azurmendi, que ha pasado el confinamiento con su familia en San Sebastián, señaló que la vuelta a los entrenamientos ha sido progresiva y siguiendo las pautas de su entrenadora, Yoana Martínez, olímpica en los Juegos de Pekín 2008.
De momento creo que seguiré entrenando aquí hasta que en Madrid se normalice la situación y la Residencia Blume pueda abrir y todos los deportistas podamos volver a la normalidad, mientras tanto seguiré aquí entrenando y recuperando el tiempo perdido en pista estos meses que ya se echaba de menos», comentó.
La pandemia provocó el aplazamiento del Campeonato de Europa, que iba a disputarse en Ucrania del 21 al 26 de abril y que era uno de sus objetivos de la temporada. «Ahora todavía todo está un poco en el aire y no sé ni cuál va a ser mi próximo torneo, pero sí que el luchar por unos Juegos Olímpicos es uno de mis sueños», confesó.