El Paris Saint-Germain jugará la primera final de la ‘Champions’ en toda su historia después de imponerse al RB Leipzig (0-3) en la primera semifinal del formato exprés que está decidiendo la máxima competición continental en Lisboa, gracias al recital de Ángel di María, autor del segundo tanto y arquitecto de los otros dos goles .
Casi diez años y una inversión multimillonaria, apoyada por el aroma de los petrodólares cataríes, ha necesitado el conjunto parisino para meterse en la final de la mejor competición del mundo. Lo hizo sin sufrimiento, todo el que padeció ante el Atalanta en la ronda previa, gracias a una victoria de postín ante el equipo revelación de la Liga de Campeones. No hubo debate. El PSG lo mereció bien merecedio.
Los de Tuchel -cuyo futuro parecía negro en febrero- fueron dominantes al comienzo y pronto encontraron la primera ventaja con un cabezazo de Marquinhos tras una falta botada por Di María. El exquisito centro del fideo -con engaño incuido de Neymar- dejó paralizada a la defensa germana, que no pudo impedir el poderoso remate del brasileño.
El gol calmó a un PSG que salió al verde con la clara consigna de adelantarse y meter miedo a su rival. Los de Nagelsmann, verdugos del Atlético de Madrid en cuartos de final, rozaron el empate a la media hora con un disparo a contrapié de Poulsen, pero los franceses replicaron en la jugada posterior con un balón al palo de Neymar, el segundo en la primera mitad.
Las ocasiones fueron casi todas del PSG, cuya claridad en los metros finales fue determinante para exigir a un desdibujado Leipzig. Su técnico intentó mover dos piezas en el descanso -una de ellas el español Dani Olmo- pero no surtió efecto ante el segundo tanto de los vigentes campeones de la Ligue 1. Di María completó su gran partido con el 0-2 antes de los 45 minutos.
En esta ocasión, el ex madridista aprovechó un error del portero alemán para definir con tranquilidad en el corazón del área. El gol mató a un Leipzig que intentó resucitar sin éxito. Antes de que hubiese opción para el tercer clasificado de la Bundesliga fue el momento de Juan Bernat, que completó su buena fase final con otro tanto, el tercero en los cuatro últimos partidos.
Esta vez metió la cabeza a un centro de Di María y pese a las protestas del cuadro ‘local’ el árbitro concedió el gol. No hubo ni falta previa en el robo, ni el fuera de juego que reclamaban los jugadores del Leipzig. El 0-3 hizo esfumar su sueño y confirmó el billete del PSG para la primera final de su historia en la Liga de Campeones.
Lejos quedan aquellas dos finales de Recopa (1996 y 1997) con Djorkaeff, Raí, Lama o Loko en sus filas. Más de 20 años después el PSG se ha ganado el derecho a soñar con el título más grande del fútbol mundial a nivel de clubes. La apuesta del jeque Al Khelaifi puede tener su recompensa este próximo domingo ante el Bayern o el Olympique de Lyon.