Todo saben que el fútbol es una carrera corta y a pesar que la mayoría gana millones si los futbolistas no de administran bien pueden terminar quebrados y trabajando en trabajos mediocres que no están ni cerca de brindarle las comodidades y lujos que alguna vez les dio el deporte profesional. Historias hay muchas pero en este artículo conocerás aquellos que lo perdieron todo y ahora buscan salir adelante sin las bondades de estar en una cancha.
Ken Monkou
Este futbolista dejó el fútbol para dedicarse a preparar crepes. Tras jugar en el Feyenoord, Chelsea, Southampton y Huddersfield Town en el 2001 con 37 años. El defensor central neerlandés decidió invertir sus ahorros en montar un local de crepes. Monkou ayuda a los más pobres con comida y algunos enseres.
Jody Craddock
Un futbolista como Jody Craddock vio al fútbol como una etapa en sui vida. El que fuera ídolo de los Wolves de Wolverhampton tenía en mente no estar ligado al balompié cuando tocara retirarse. Él decidió dedicarse a las artes plásticas y ahora es un reconocido pintor. ya no quiere saber nada del mundo de los futbolistas.
John Chiedozie
Fue uno de los futbolistas más seguido en los años 80’s. Este inglés se retiró a los 30 años en 1990. Sin mucho dinero y toda una vida por seguir adelante decidió montar un negocio de inflables. El que fuera ídolo del Tottenham en la década de los años 80 terminó relacionado con la industria del entretenimiento, pues alquila los castillos inflables para los niños en fiestas y celebraciones.
Philippe Albert
Tras ser un ídolo en Newcastle y uno de los futbolistas más reconocidos en Inglaterra en la última década del siglo XX, Philippe Albert se vio contrariado al no tener idea de que iba a vivir tras una brillante carrera en el balompié y en la Premier League.
El belga colgó las botas a los 33 años y decidió irse por el comercio en especial el de víveres y frutas.