171 días después de la muerte de Carlos Falcó por Coronavirus, su viuda, Esther Doña, ha debutado como colaboradora de televisión en «La mañana de TVE». Muy tranquila para ser la primera vez que pisaba un plató, el último gran amor del Marqués de Griñón ha confesado que esta nueva faceta profesional «es una ilusión para mí. Me voy a sentir muy cómoda y es una manera de que los espectadores me conozcan un poquito más».
Manteniendo una entereza digna de admirar, Esther ha desvelado cómo vivió el contagio de Carlos de Covid, que finalmente provocó un inesperado fallecimiento: «Fueron momentos muy duros y de mucha incertidumbre, pero en ningún momento pensamos en el desenlace que tuvimos. Fue dramático. Cuando ingresó, Carlos estaba bien. Era una persona súper sana. Tenía años, pero no tenía colesterol, ni azúcar, ni nada».
La malagueña ha mostrado un vídeo inédito en el que el Marqués de Griñón bailaba «La vie en rose» feliz y despreocupado tan sólo tres dís antes de ingresar en el hospital madrileño en el que finalmente falleció. Conteniendo la emoción, Esther ha confesado que «al verlo se me pone la piel de gallina. No puedo aceptar que Carlos no esté. No puedo aceptarlo. Lo ves con esa vitalidad, que refleja perfectamente la personalidad de Carlos. Era así a cuaquier hora del dia. Era una persona súper feliz, optimista, vitalista y sana. No tenía nada y de repente, se hace unas pruebas y está positivo en Covid. Tuvo que ingresar. Todos pensábamos que iba a salir adelante, él el primero. El ánimo en el hospital era envidiable. Él no se puso el pijama del hospital. Estaba siempre vestido con su traje por si alquigen iba a visitarle. Nosotros estábamos día y noche con videoconferencias, todo el tempo charlando. Desde que ingresó no pude visitarle. Es lo más doloroso».
Emocionada, la viuda ha recordado las últimas horas de Carlos Falcó: «Es durísimo ese momento porque tres horas antes me llamaron para decirme cómo iba evolucionando. Me dijeron que estaba mal pero que tenían mucha fe en que consiguiese vencer al Covid, porque estaba muy fuerte y estaba luchando mucho. Había que ver cómo pasaba la noche. Y no llegó a la noche. Me llamaron como a las 17.30 y 3 horas después había fallecido. No lo puedes creer».
Tras esta dolorosa muerte, Esther ha revelado que «al principio cuando Carlos falleció no quería salir de nuestra casa porque tenía la esperanza de que fuera un mal sueño y que Carlos volviera. Y así lo pensaba y lo sentía. Creía que en cualquier momento aparecería por allí. Y de repente un día amanecí y me di cuenta de que ese era el momento para abandonar el Palacio de «El Rincón». Dije que tenía que empezar una nueva etapa, tenía que aceptar que Carlos no iba a volver».
Sonriente y demostrando que aún está muy enamorada de su marido, Esther ha relatado cómo se conocieron «en una cena en Málaga a la que ninguno queríamos asistir» y que, tras un flechazo por ambas partes, empezaron una incipiente relación en la que Carlos le escribía poesías y le confesaba lo enamorado que estaba de ella, que sin embargó tardó «60 días en darle mi número de teléfono».
Por último, la modelo ha querido aclarar por qué no asistió al tanatorio del marido de Xandra Falcó, hija del Marqués de Griñón, que fallecía repentinamente el pasado miércoles: «Cuando recibí la noticia fue un shock y tampoco la podía creer. Jaime era una persona súper sana, deportista, joven. Contacté con quien tenía que contactar, la viuda, y por respeto a la familia y a Xandra no acudí porque no quería que se desviara la atención del fallecimiento de Jaime con unas portadas de revista que simplemente sacasen si habia acudido, con quien me había encontrado y si había saludado o no. Es entendible que por respeto no fuese porque son momentos duros. Jaime era un encanto de persona y un poco parecido a Carlos. Siempre estaba feliz, contento, cercano».