La promotora británica Intu Properties ha puesto a la venta su participación del 50% en el centro comercial madrileño de Xanadú, valorada en su última actualización en más de 270 millones de euros, tras declararse en concurso de acreedores el pasado mes de junio al no poder llegar a un acuerdo con la banca para refinanciar su deuda.
El administrador concursal, KPMG, ha encargado al grupo CBRE la puesta a la venta en el mercado de esta participación en el centro comercial, que comparte al 50% con el fondo Nuveen Real Estate, según adelantaba ‘Bloomberg’ y han confirmado a Europa Press en fuentes del mercado.
La firma británica adquirió Xanadú por 530 millones de euros en 2017, antes de vender el 50% a Nuveen. El centro comercial tiene en su interior una pisa de nieve cerrada, así como 220 establecimientos comerciales.
Las fuentes del sector consultadas recuerdan que la última valoración pública del 100% del activo superó los 545 millones de euros, lo que supone un precio 15 millones superior al desembolsado hace tres años y una valoración de su participación del 50% de 272 millones de euros.
En junio, Intu solicitó a la Bolsa de Londres y a la Bolsa de Johannesburgo que suspendiesen la cotización de sus acciones con efectos inmediatos, aunque aseguró que los centros comerciales de los que es propietaria seguirían funcionando con normalidad.
Pese a que Intu solicitó la suspensión de la cotización de sus acciones, esta suspensión no afecta a la negociación de sus instrumentos de deuda, que incluye cerca de 2.300 millones de libras (2.579 millones de euros) en bonos y múltiples titulizaciones hipotecarias.
El grupo británico ya vendió el pasado año ‘Puerto Venecia’ de Zaragoza, el mayor centro comercial y de ocio de España, así como el centro que tenía en Oviedo, en Asturias, al fondo alemán ECE European Prime Shopping por un importe de 290 millones de euros.
En Reino Unido, Intu posee nueve de los 20 principales centros comerciales del país que reciben a más del 50% de su población, alcanzando en 2016 los 400 millones de clientes, ya que dos tercios de los británicos viven a menos de 45 minutos de cualquiera de sus centros.