El presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), José Carlos Gómez Villamandos, ha mostrado este jueves su respaldo a las medidas acordadas esta semana por el Ministerio de Universidades y las comunidades autónomas para una mayor seguridad contra la pandemia del Covid19 en el nuevo curso 2020/2021 que ahora comienza, aunque ha señalado que están preocupados por las prácticas presenciales de los alumnos, así como por la brecha digital.
Gómez Villamandos se ha reunido con el Ministro de Universidades, Manuel Castells, con quien ha ofrecido una rueda de prensa conjunta, tras el encuentro. En su intervención, Castells, ha repasado las principales medidas consensuadas contra el coronavirus en las aulas, como la obligatoriedad de la mascarilla, ventilación, limpieza de manos, desinfección de las aulas o la combinación de clases presenciales y online, por grupos, para aquellos centros que no puedan asegurar la distancia de seguridad de metro y medio entre sus estudiantes.
Además, se ha referido a la inyección, por parte el Gobierno a las autonomías, de 400 millones de euros para la educación superior, que este jueves se publican en el BOE, y que, a su juicio, permitirá una mejor adaptación de los centros a estas propuestas.
El presidente de la CRUE, ha destacado que las medidas tomadas llegan después de un trabajo intenso de las universidades que, desde junio, han puesto en marcha diferentes planes para dar mayor seguridad a sus instalaciones.Unas iniciativas que, además, se han tenido que ir actualizando en los últimos meses según ha ido cambiando la situación de la pandemia en algunos territorios. «Sabemos que el riesgo cero no exste, pero se puede minimizar», ha declarado Gómez Villamandos.
En este sentido, ha explicado que el cambio que más ha afectado a los centros universitarios ha sido pasar de «o distancia social o mascarilla» al «distancia social y mascarilla», porque ha obligado a tener que camabiar los aforos de las clases para poder asegurar una educación presencial, un modelo al que, según ha apuntado, no quiere renunciar.
LA IMPORTANCIA DE LA FINANCIACIÓN
El representante de los rectores ha asegurado que están «mejor preparados» que en marzo en cuanto a equipamiento, en el caso de tener que reconducir el curso por empeoramiento de la pandemia. Sin embargo, sí ha mostrado su preocupación por las prácticas presenciales de los alumnos, en laboratorios, seminarios o blibliotecas de los centros. Según ha indicado, fue la parte «más perjudicada» durante el estado de alarma y el final del curso pasado, de ahí, que estén poniendo especial atención a este punto con el comienzo del curso 2020/2021.
En este sentido, Gómez Villamandos, ha indicado que se está trabajando en poder combinar la presencialidad y las clases online, en directo, en la parte teórica, para que al llegar a la parte práctica la situación epidemiológica sea buena. Además, ha indicado, en las prácticas serán «aún más estrictos» en las medidas sanitarias de los alumnos.
Los planes de las universidades, ha indicado el presidente de la CRUE en su intervención, dependen de un buena financiación. En su discurso no ha valorado la cantidad de 400 millones del Gobierno a la educación superior, pero sí ha destacado realizado por los rectores para que gran parte de esta cuantía –que también puede usarse para otros modelos de educación superioro– se destine a las universidades.»Porque la universidad necesita una renovación», ha indicado, para hablar de sistema de comunicación, formación de profesorado, obras o la adaptación a las medidas higiénicas.
Del mismo modo, necesitan financiación para acabar con la brecha digital que registraron durante el curso pasado, con la llegada del COVID-19. Según ha apuntado, se contabilizó entre un 1% y un 1,5% de brecha tecnológica de la que las universidades se tuvieron que encargar «solas«, facilitando ordenadores o tarjetas de conexión a Internet.
«También se ha hablado de otros tema», ha indicado Gómez Villamandos en la rueda de prensa, en relación a otras materias fuera del regreso al nuevo curso.
Son materias que, tal y como ha indicado, se llevan reclamando «décadas» desde la comunidad universitaria, como el estatuto del Personal Docente Investigador (PDI), la regulación de la enseñanza y la estructura de los departamentos, el empelo de los jóvenes, o la proliferación de universidades en detrimento de la calidad educativa.
Precisamente, la calidad educativa es uno de los puntos los que se ha referido Castells. El ministro ha señalado que se va a asegurar mediante los mecanismos que ya dispone el sistema, como son ANECA y el resto de agencias de evaluación de cada comunidad autónoma. La semana que viene, ha anunciado Castells, todas ellas tendrán una reunión para «establecer criterios homogéneos» en esta materia.
No será la única. Castells ha querido aclarar en la rueda de prensa que «durante el próximo curso», el Ministerio de Universidades, la CRUE, las comunidades autónomas, las organizaciones de estudiantes y los agentes sociales estarán «estrechamente coordinados» y se comunicarán de forma «continuada» para llegar a un consenso en todas aquellas medidas que sean necesarias según la evolución de la pandemia.
Preguntado por la posibilidad de un Plan B, el ministro lo ha negado. «El Plan B no existe, es sobrevivir a las condiiones que nos encontramos», ha declarado.