Microsoft ha desarrollado dos herramientas con las que es capaz de diferenciar las imágenes y vídeos reales de los ‘deepfakes’, es decir, los contenidos sintéticos manipulados para cambiar por ejemplo el rostro o la voz de las personas.
Microsoft Video Authenticator, como se conoce a la primera de las tecnologías, puede analizar imágenes fijas o vídeos para proporcionar un porcentaje de probabilidad de que se trata de un contenido manipulado, como ha informado Microsoft en un comunicado.
En los vídeos, esta herramienta funciona en tiempo real, de manera que puede decir fotograma por fotograma, mientras el contenido se reproduce, las posibilidades de que un vídeo sea en realidad un ‘deepfake’.
Al igual que los contenidos sintéticos, Microsoft Video Authenticator funciona a través de Inteligencia Artificial, detectando los límites en que se mezclan los elementos de los ‘deepfakes’, como los degradados sutiles o las escala de grises que pueden no ser detectables por el ojo humano.
Para su creación se utilizó una base de datos pública de Face Forensic++, para el entrenamiento de tecnología de detección de contenidos manipulados, y se puso a prueba utilizando los datos de DeepFake Detection Challenge Dataset.
Asimismo, Microsoft ha anunciado otra nueva tecnología que tiene como fin detectar los contenidos manipulados y asegurar a los usuarios que el vídeo o imagen que están viendo es auténtico.
La primera parte está integrada a su plataforma de servicios en la nube para empresas Azure, y permite que los productores de contenido añadan ‘hashes’ digitales y certificados a sus creaciones audiovisuales. Esta información se guarda en el archivo en forma de metadatos, que se mantienen aunque el archivo se difunda por la web.
La segunda parte de esta herramienta es un lector, que puede usarse como extensión para navegadores de Internet, que comprueba los certificados de los archivos y revisa los ‘hashes’ para determinar si es muy probable que el contenido que están viendo es auténtico y no ha sido alterado, así como los detalles de quién lo produjo.
Esta tecnología se empleará para operar una iniciativa anunciada recientemente por la cadena británica BBC conocida como Project Origin para combatir la difusión de desinformación en los medios de comunicación.