El Gobierno espera llevar al Congreso una nueva senda de déficit y un techo de gasto para el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2021 en la tercera semana de septiembre si cuenta con los apoyos o ve posible sacar adelante la votación, han explicado fuentes del Ejecutivo.
Así, el Gobierno esperará a tener apoyos suficientes para sacar adelante las votaciones, tanto para la senda de déficit como para los nuevos Presupuestos, y así evitar que el proyecto sea rechazado por el Congreso, como ya ocurrió con las cuentas de 2019.
Las fuentes consultadas descartan que el proyecto de Presupuestos se presente sin tener hilvanados los acuerdos necesarios, ya que los pormenores pueden negociarse durante la tramitación, pero el primer paso es que el proyecto supere las enmiendas a la totalidad que presente la oposición.
El Ejecutivo cree que con ese calendario aún sería posible aprobar el proyecto de Presupuestos antes de que termine el mes de septiembre, pero está dispuesto a demorarlo un poco más si así se aseguran los apoyos. El diálogo, aseguran las fuentes, estará por encima del calendario.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya defendió y consiguió aprobar este año en el Congreso una senda de déficit para los próximos años, e informó a la Cámara del límite de gasto no financiero, el conocido como ‘techo de gasto’ para 2020 y 2021, pero en febrero, antes de estallar la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19 y la consecuente crisis económica.
Ya en plena emergencia, el 1 de mayo, el Gobierno remitió a la Comisión Europea una actualización de su cuadro macroeconómico, junto al Plan de Estabilidad 2020, con una previsión de déficit público de hasta el 10,34% del PIB para este año, el mayor desde el año 2012, y un desplome del PIB del 9,2%.
Ahora está por ver el cuadro macroeconómico, en función del cual el Ejecutivo deberá amoldar su proyecto de Presupuestos, y que tendrá que contar con el visto bueno de Bruselas. El Gobierno quiere aprovechar para enviar a Bruselas su plan para desbloquear las ayudas procedentes del Fondo de Reconstrucción europeo: 72.000 millones en transferencias que deben presupuestarse en los próximos tres años.
De cara a los próximos Presupuestos Generales del Estado, el techo de gasto será expansivo, pero incluirá ya una senda de consolidación, no de aumento, del déficit público.
El Gobierno trabaja con el convencimiento de que, con motivo de la pandemia, el examen de Bruselas no se centrará en la magnitud del déficit público, sino en la capacidad de ejecución de los fondos europeos aprobados para afrontar la reconstrucción económica y los proyectos que se presenten para concentrar los 140.000 millones de euros que, entre transferencias y créditos, corresponden a España.