Navarra registró este lunes 158 nuevos casos positivos de infección por COVID-19, según los datos facilitados por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN), tras realizar 1.415 pruebas PCR.
En la jornada de este lunes, se registró en la Comunidad foral un fallecido por COVID-19, un varón de 91 años, lo que sitúa el número total de muertes por esta causa desde el comienzo de la pandemia en 535. En los hospitales navarros se produjeron ayer 4 nuevos ingresos relacionados con esta enfermedad, ninguno de los cuales fue en UCI.
Como en semanas precedentes, Navarra sigue siendo la segunda comunidad que realiza más PCR en relación a su población (235,17 por cada 1.000 habitantes).
Por zonas, en Pamplona y Comarca se registra el 44% de los positivos, se mantiene alta la incidencia en el área de Tudela con un 25% de los casos y hay un aumento en el área de Estella, que acumula el 15% de los casos.
En cuanto a la distribución de los casos registrados por franjas de edad, el grupo mayoritario es el de 15 a 29, con el 28% del total de los casos, seguido de los grupos de 30 a 44 años y de 45 a 59, con un 24% cada uno. A continuación, está la franja de 0 a 14 años, con el 12% de los nuevos casos, luego el grupo de entre 60 y 75 años, con el 7% y finalmente el de los mayores de 75, con el 5%. La edad media de los nuevos casos se sitúa en los 37,3 años. En cuanto al género, el 54% son hombres y un 46% mujeres.
En la red hospitalaria de Navarra permanecen 84 personas ingresadas con COVID-19, 8 de las cuales se encuentran en puestos UCI y otras 9 en hospitalización domiciliaria. Los demás, 67 pacientes, están en planta. Todas estas personas dieron positivo en una prueba PCR, sea esta infección o no el motivo de su ingreso hospitalario y ocupan espacios COVID-19.
Respecto a la incidencia acumulada de infecciones por el virus, si sumamos los casos de ayer, a día de hoy, se sitúa en 10.166, según ha informado el Gobierno.
REUNIÓN DE SALUD CON REPRESENTANTES MUNICIPALES DE LA RIBERA
La Dirección General de Salud ha mostrado su «satisfacción» por los resultados de la reunión mantenida en la tarde de ayer con los alcaldes de los municipios de la Ribera Baja de Navarra y otros ayuntamientos con casos relacionados con el cribado especial de la empresa Uvesa.
Al encuentro, en el que se abordó la situación en estas localidades en relación a la significativa incidencia del COVID-19 debido al repunte de casos positivos registrados, fueron convocados los alcaldes de los siguientes ayuntamientos: Ablitas, Arguedas, Barillas, Buñuel, Cabanillas, Cadreita, Cascante, Castejón, Cintruénigo, Corella, Cortes, Fitero, Fontellas, Fustiñana, Marcilla, Monteagudo, Murchante, Ribaforada, Tulebras y Valtierra. Junto con el director general de Salud, Carlos Artundo, estuvieron presentes la gerente del Área de Salud de Tudela, Ana Beamonte; el jefe de Servicio de Atención Primaria y Continuidad Asistencial del AST, Luis Serrano; el responsable de Atención al Paciente y Trabajo Social de la AST, Santiago Urmeneta; y el jefe de Enfermedades Transmisibles y Vacunaciones del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, Aurelio Barricarte.
Además de analizar la incidencia del coronavirus correspondiente de cada una de las localidades citadas, las autoridades sanitarias encabezadas por el director general de Salud, Carlos Artundo, explicaron el plan de trabajo e intervención social llevado a cabo, de forma coordinada, por los Servicios Sociales de base municipales; el Departamento de Derechos Sociales; el Servicio de Mediación Intercultural del Departamento de Políticas Migratorias y Justicia; Protección Civil y los Servicios Sociales del SNS.
Esta intervención, puesta en marcha el pasado sábado, consiste en el seguimiento y valoración de las necesidades sociales de todos los casos positivos relacionados con el brote de la empresa Uvesa.
Asimismo, las autoridades sanitarias compartieron con alcaldes la estrategia de actuación frente a la pandemia y recabaron sus aportaciones y solicitudes. También incidieron en la importancia de la implicación de todo el tejido social de las localidades afectadas para apelar a la responsabilidad de la ciudadanía y responder así ante la situación actual generada por el COVID-19 y dar pasos para aplanar la curva de la incidencia, ha expuesto el Gobierno.