El consejero andaluz de Salud y Familias, Jesús Aguirre, ha reconocido este martes en el Parlamento que Andalucía padece ya una «segunda oleada» de la pandemia del coronavirus, que se esperaba para octubre, pero que se ha «adelantado» a los últimos días de las vacaciones estivales.
Durante su comparecencia en la Diputación Permanente del Parlamento, Aguirre, que ha hablado de «segunda oleada» y de «segunda ola», ha señalado que la Junta sabía que se avecinaban semanas difíciles complejas a efectos sanitarios, debido a una mayor movilidad de la ciudadanía por el periodo estival, al incremento de visitantes a la comunidad o al deseo de compartir momentos con nuestras familias.
Ha querido dejar claro que la gran mayoría de los residentes en Andalucía y de los visitantes ha tenido un comportamiento ejemplar, pero una minoría muy pequeña no ha sido responsable con las medidas que se tienen que cumplir para evitar brotes. Ha señalado que no pretende culpabilizar a nadie ni traspasar ninguna responsabilidad, ya que cada uno en su conciencia sabrá si ha cumplido o no con las medidas.
El consejero ha expuesto que esta «segunda oleada» tiene unas connotaciones epidemiológicas y de salud pública muy diferentes a las de la primera ola, ya que basta con ver la curva de crecimiento o la edad poblacional afectada por el virus o la repercusión desde el punto de vista clínico.
Ha añadido que en este momento, Andalucía es la cuarta comunidad autónoma con mayor incidencia acumulada de casos en los últimos 14 días, es decir, con 81,66 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes, mientras que la media nacional se sitúa en 166,10.
En su opinión, Andalucía está «afrontando esta segunda oleada de la pandemia de una forma más sólida».
De otro lado, en relación con el inicio del curso escolar, Aguirre ha manifestado que es imprescindible que padres y profesores tengan garantías de que los niños acudan con seguridad a las aulas, y ha dicho que desde el pasado 29 de junio, la Junta ya cuenta con protocolos al respecto, en los que se siguen trabajando y que ya han sido remitidos a los ministerios de Sanidad y de Educación.
Ha indicado que la Junta lo que pide es que se actúe de forma coordinada, y aunque las competencias en materia de educación son de las comunidades autónomas, la misión de coordinación la tiene el Gobierno central para que no haya diferencia de criterios entre las distintas regiones.
Ha insistido en que tiene que haber una coordinación desde el Gobierno central aparte de los protocolos que realicen las distintas comunidades.