Los catedráticos de Sociología Marta Soler y Jorge Benedicto han considerado que la pandemia del coronavirus ha sido positiva para dar visibilidad al trabajo de cuidados no remunerado que realizan las mujeres en su vida cotidiana y que se ha puesto de relieve durante el periodo de confinamiento.
A su juicio, «las crisis visibilizan los problemas» y ésta ha puesto de manifiesto algunos que ya se conocían, como la precariedad laboral o las malas condiciones laborales en algunos ámbitos, además de que ha «sacado a la luz» otros nuevos como la brecha digital en la educación.
Así lo han dicho Soler, que es presidenta de la Asociación Europea de Sociología y catedrática en la Universidad de Barcelona, y Benedicto, catedrático de la Universidad Nacional de Educación a Distancia; en un encuentro informativo que han ofrecido este lunes en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, donde participan en el curso ‘Covid-19: crisis, desafíos y cambios sociales’.
Además de señalar que la crisis visibiliza los problemas, también han considerado que supone una «oportunidad» para actuar ante ellos y conseguir avances sociales. Por ejemplo, Soler se ha referido a la creación del Ingreso Mínimo Vital (IMV), algo «urgente y necesario».
Por su parte, Benedicto ha dicho que «si algún efecto positivo ha tenido la pandemia ha sido visibilizar el tema de los cuidados», ya que al permanecer en casa toda la familia se ha visto esa «doble o triple jornada» a la que han estado sometidas sobre todo las mujeres, sumando el teletrabajo al cuidado de los familiares a su cargo. Esto, según el catedrático, es bueno si sirve para obligar a la sociedad a intentar avanzar en ese terreno.
En este sentido, ambos han abordado cómo ha afectado la pandemia a la igualdad entre hombres y mujeres y han indicado que el confinamiento ha abierto nuevas formas de organización de los cuidados, pero es una tarea que «ha recaído mucho en las mujeres». Además, el aislamiento ha generado algunos problemas de violencia de género, violencia doméstica o abuso infantil, han dicho.
PROBLEMA COLECTIVO
Por último, a preguntas de los periodistas acerca de su opinión sobre restringir las salidas de los habitantes en los barrios más pobres debido al aumento de contagios en ellos, Benedicto ha asegurado que el hecho de que se salga menos de casa en determinadas zonas «no elimina los problemas», ya que además del virus están los problemas sociales, la mayor densidad de población que en otras zonas o la calidad de las casas.
No es lo mismo casas de clase media donde puedes estar relativamente agradable que en determinados barrios de Madrid» con peores condiciones, pequeñas, sin ventilación, etcétera,.
Además, ha considerado que la responsabilidad no puede solamente recaer en el individuo, sino que «es una cuestión colectiva que nos atañe a todos y que atañe a las instituciones, y no se soluciona con que unas cuantas personas no salgan de sus casas», ha dicho.
En este sentido, ha argumentado que el confinamiento fue «una medida transitoria sin más» y «solucionó el grave problema inicial», pero el virus sigue estando presente y «la vida social tiene que seguir existiendo».