El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado este viernes el descubrimiento de un yacimiento de 320.000 millones de metros cúbicos de gas natural en el mar Negro, una reserva sin precedentes que el mandatario turco espera empezar a explotar en el año 2023.
«Turquía ha hecho el mayor descubrimiento de gas natural en el mar Negro», ha proclamado Erdogan, que no descarta que el yacimiento localizado sea «solo una parte de un recurso mayor». Así, espera que pueda haber más novedades «en el futuro cercano».
El descubrimiento fue realizado por del buque ‘Fatih’, que el 20 de julio comenzó trabajos de perforación en el yacimiento Tuna-1, situado a unos 150 kilómetros de las costas de Turquía, cerca de la fronteras marítimas con Bulgaria y Rumanía.
Erdogan ha enfatizado durante su discurso la importancia de este descubrimiento para el desarrollo de Turquía, mientras que el ministro de Finanzas, Berat Albayrak, ha destacado que el país inicia una «nueva era», según la agencia Anatolia.
El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, ha aplaudido la «buena noticia» desvelada por Erdogan, «un enorme paso adelante hacia la total independencia» energética del país. «Turquía se convierte en un actor clave también en el ámbito de la energía. ¡Objetivo 2023!», ha proclamado en Twitter.
Turquía importó en 2019 energía por valor de 41.000 millones de dólares en 2019, según datos del Gobierno. Entre los suministros recibidos, había 45.000 millones de metros cúbicos de gas, llegados principalmente de Rusia, según la agencia DPA.
El hallazgo del mar Negro llega en plena disputa territorial con Grecia y Chipre en la zona oriental del Mediterráneo. Turquía ha iniciado la búsqueda de petróleo y gas en aguas en disputa, lo que ha derivado en una creciente preocupación no solo por parte de los países vecinos, sino también del conjunto de la Unión Europea.