La avispa es uno de los animales más temidos por todos en las piscinas y en el campo durante el verano. Solo con ver sus colores amarillo y negro, muchos huyen, y es que una picadura de avispa es de lo más doloroso que te puede suceder inesperadamente.
En el mejor de los casos, la picadura o mordisco de estos insectos voladores queda en un doloroso ronchón, pero cabe la posibilidad de que pueda suceder algo más grave si somos alérgicos o si son varias avispas las que nos atacan.
1Prevenir es la primera precaución
Para que no nos piquen estos temidos invertebrados lo mejor que podemos hacer es prevenir su ataque. Y esto se puede realizar de varias maneras. Muchos expertos nos advierten de que los olores fuertes atraen a las avispas, así que, si vamos a ir al campo, lo mejor es que no nos perfumemos ni nos pongamos desodorante en exceso, ya que podemos tener un susto inesperado si nos topamos con algún nido.
Si vamos a una piscina o a un lugar húmedo en el que hay flores, es muy seguro que nos las encontremos revoloteando por ahí, ya que ellas usan el agua para beber y las flores olorosas las atraen. Así que hay que tener cuidado con lo que tocamos porque podríamos molestarlas y exponernos a que nos ataquen, recibiendo así una picadura de una avispa. Lo mejor será utilizar un repelente adecuado.
La ropa también es otro elemento que las atrae, ya que los dibujos y colores fuertes pueden confundirlas y hacer que vengan a nosotros por curiosidad. Si esto sucede lo mejor es mantener la calma y no hacer aspavientos bruscos que las asusten, ya que si se asustan es cuando más probabilidad tienen de atacarnos. Así que lo mejor es ignorarlas y no alterarse ante su presencia.