El presidente del PP, Pablo Casado, advirtió este lunes al del Gobierno, Pedro Sánchez, de que los Pactos de La Moncloa de 1977 fueron para ejecutar “un cambio de régimen” y que, si se reeditaran ahora, “cualquier acuerdo tiene que estar residenciado en el Parlamento” y el actual sistema político y económico, “plenamente en vigor”, no implicar “un cambio de régimen encubierto”.
Casado terminó su intervención ante la reunión telemática de los grupos parlamentarios populares en el Congreso de los Diputados y el Senado refiriéndose a la idea que ya se ha puesto en circulación “de forma reiterada y solemne” y que mencionó el propio Sánchez el sábado: un gran acuerdo económico de todos los partidos como el que se hizo para superar los efectos de la crisis internacional de 1973.
Lo primero que objetó el líder del PP es que ese ofrecimiento “no suena muy sincero por parte de la misma persona que estuvo dos semanas sin levantar el teléfono” al “único partido, no sus socios, que le está apoyando” en las sucesivas prórrogas del estado de alarma sin poner condiciones ni requisitos. Así, pidió al Gobierno que cambie su “arrogancia”, la “mentira” y la “incompetencia”. En concreto, le afeó no pedir disculpas, no ser transparente y no pedir ayuda a los otros partidos.
A partir de ahí, Casado avisó de que “no hay que irse al 77”, fecha de los Pactos de La Moncloa, para ensamblar un acuerdo transversal para hacer frente a los efectos económicos del coronavirus. Según interpretó, aquéllos “fueron un cambio de régimen, el primer pilar para superar un régimen intervencionista” y llevar a España a ser “una democracia europea”.
Ahora, en cambio, cree que toca “reivindicar las instituciones democráticos y el sistema político, económico y laboral, que está plenamente en vigor para superar cualquier crisis”, como aseguró que hizo el PP en 1998 o2013 sin necesidad de pedir el rescate de la UE. “Diálogo social sí, pero cambio de régimen no”, distinguió.
“Cualquier acuerdo entre las fuerzas políticas tiene que estar residenciado en el Parlamento y abierto a los agentes sociales o a los agentes económicos afectados”, sentenció Casado, rechazando en cambio cualquier “señuelo para no rendir cuentas” durante meses o para “mutualizar los errores” con los partidos con los que el Gobierno no ha querido contar hasta el momento.
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