Encontrar buenas opciones financieras para conseguir dinero a corto y medio plazo ha sido siempre un reto dominado por la figura de los préstamos personales. Por suerte, el paso del tiempo nos ha ofrecido la posibilidad de contar con otras alternativas igualmente válidas y efectivas a la hora de obtener liquidez en un periodo de tiempo relativamente corto. De algún modo, el nacimiento de otras vías ha sido gracias a la limitación de crédito que han venido imponiendo los bancos en la última década. A continuación, te mostramos tres grandes recursos alejados del método tradicional y diseñados para funcionar como fuente de financiación.
Préstamos online
La irrupción y consolidación de las nuevas tecnologías ha traído consigo nuevos modelos de financiación. No en vano, a día de hoy podemos encontrar en la red todo un escenario de empresas online dedicadas exclusivamente a conceder préstamos a través de Internet, tanto a particulares como a empresas.
Las grandes ventajas que ofrecen al usuario estas plataformas son esencialmente dos: la rapidez y la sencillez del proceso de solicitud. El modo de conseguir un préstamo de esta manera no implica dificultad alguna, y es que, toda vez que hemos elegido la compañía que mejor se adapte a nuestras necesidades, sólo es necesario rellenar un formulario con datos personales y bancarios. Los requisitos para que nos lo concedan suelen ser mínimos y en menos de 48 horas el dinero estará listo en nuestra cuenta bancaria.
En cuanto al importe económico que por lo general conceden estas empresas, la cifra se sitúa entre los quinientos y los dos mil euros. Un dinero cuyo plazo de devolución tiende a no alargarse más allá de los dos años.
El préstamo entre personas es otra de las formas de financiación que se ha popularizado mucho en los últimos tiempos. Para ello, existen portales en Internet especializados cuya función pasa por conectar a particulares que buscan dinero y a particulares que lo prestan. Éstos pactan las condiciones mientras la plataforma se encarga de agilizar el proceso a cambio de un pequeño porcentaje.
Esta figura que interviene como intermediario posibilita que no existan riesgos en la operación, ya que en primer lugar analiza la capacidad de cada una de las partes que integran un proceso como este. Así, otro de sus beneficios es que se permite la intervención de múltiples prestamistas en un solo préstamo, por lo que el peligro en caso de impago se divide entre todos y es mínimo.
Lo bueno de esta fórmula instaurada por el préstamo entre personas es que al prestamista se le facilita la posibilidad de alcanzar una rentabilidad mayor y, a la persona que recibe el dinero, la opción de multiplicar el número de financiadores hasta obtener el crédito que mejor satisfaga sus necesidades.
Finalmente, nos encontramos con el denominado crowdfunding, otro método atractivo para la financiación a medio plazo. En concreto, se trata de recaudar dinero en Internet mediante páginas especializadas para poder llevar a cabo un proyecto concreto. A cambio, la persona que recibe el dinero entrega a los inversores una pequeña recompensa relacionada con la idea que origina la recaudación. Por ejemplo, si el usuario necesita financiación para crear un negocio, puede ofrecer acciones de la empresa a todos aquellos que han decidido dar una aportación.
Aunque esta es la modalidad más conocida de crowdfunding, es cierto que existen otras variaciones que de igual modo están teniendo buena aceptación. De hecho, si el proyecto es lo suficientemente interesante puede darse el caso de que surjan inversores desinteresados, o lo que comúnmente ha pasado a llamarse donation based.