Sube la esperanza de vida en España

El índice que determina cuánto se espera que viva una persona, conocido como esperanza de vida, ha aumentado en 1,17 años en España desde el estallido de la crisis económica hasta prácticamente la actualidad, pero la tasa de mortalidad ha crecido en 0,9 defunciones por cada 1.000 ciudadanos.

Así se desprende del estudio ‘Evolución de la esperanza de vida y la mortalidad en las Comunidades Autónomas, desde la crisis hasta la actualidad’, elaborado por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) y dado a conocer este sábado.

El informe toma 2010 y 2018 como primer y último año de referencia, respectivamente, con el fin de analizar cómo ha afectado la crisis económica a la salud española, con información procedente de bases de datos públicos procedentes del Ministerio de Sanidad y del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En cuanto a la esperanza de vida, ha aumentado en 1,17 años entre 2010 y 2018 (de 82,07 a 83,24 años, respectivamente), con los principales incrementos en Ceuta (2,24 años), Baleares (1,55), Asturias (1,45) y Comunidad de Madrid (1,44), y Melilla como único lugar donde desciende (-0,67).

La esperanza de vida más alta en 2018 estaba en la Comunidad de Madrid (84,83 años), seguida de Navarra (84,18), Castilla y León (83,94), y País Vasco (83,65), y las más bajas corresponden a Melilla (80,46), Ceuta (80,76) y Andalucía (81,86).

Las mujeres (85,89 años) viven de media más que los hombres (80,46), sobre todo en la Comunidad de Madrid (87,16) y Navarra (86,83).

MORTALIDAD

Por otro lado, la tasa de mortalidad nacional ha subido en el periodo analizado, al pasar de 8,17 defunciones por cada 1.000 ciudadanos en 2010 a 9,07 en 2018. Las más altas al principio estaban en Asturias (11,82) y Galicia (10,73), y al final en Galicia (12,92) y Castilla y León (12,13). Y las más bajas se encontraban al inicio en Melilla (5,26) y Canarias (6,23), y al final en Ceuta (6,20) y Comunidad de Madrid (7,04).

La tasa de mortalidad de las mujeres creció más en esos nueve años (0,76 muertes por cada 1.000 habitantes) que en los hombres (0,78), lo que hace que se haya estrechado en ese tiempo.

En cuanto a la tasa de mortalidad infantil, ha descendido de 3,16 fallecimientos de menores de un año por cada 1.000 nacidos vivos en 2010 a 2,59 en 2018.

Por otra parte, la tasa de mortalidad ajustada por edad bajó por cáncer (de 151,01 a 138,89 por cada 100.000 habitantes), diabetes (de 11,08 a 8,99), enfermedad cerebrovascular (33,42 a 25,06) y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (17,66 a 14,85) y subió por alzheimer (de 11,25 a 12,00 por cada 100.000 habitantes) y neumonía e influenza (8,21 a 9,84).

(SERVIMEDIA)