El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, dijo este jueves que todos los sectores de la cadena agrolimentaria tienen que aportar su grano de arena para que los agricultores y ganaderos perciban unos precios justos, incluidos también los supermercados, pese a sus quejas de que solo venden una pequeña parte del total de la producción agraria, y descartó que la solución al conflicto del campo vaya a pasar por un alza del precio final de venta al consumidor.
Tras reunirse con la Mesa del Aceite, Planas manifestó que “todo el mundo puede y debe contribuir” al “reequilibrio” de precios, y al sector de la distribución “le toca su parte”.
“Que la mayor parte de la producción se dedique a exportación no significa que ese 7% que venden no sea significativo. Todo el mundo tiene que hacer su tarea, y si no, no lograremos el objetivo de una retribución más justa”.
A juicio del ministro, hace falta un “reequilibrio” de los márgenes y precios a lo largo de la cadena, y por eso ha convocado al Observatorio de Precios, para determinar las razones por las que hay tanta diferencia entre lo que perciben los agricultores y ganaderos y lo que cobran los puntos de venta.
Lo que sí quiso dejar claro es que el ciudadano no pagará el pato de los problemas del campo. “Aquí no se trata de que, al final, el sumatorio resulte en un precio más elevado para los ciudadanos, se trata de lograr un reequilibrio de la cadena”, subrayó.
Planas quiere despejar personalmente cualquier temor que tengan en este sentido las organizaciones de consumidores y por eso anunció que se reunirá con ellas en los próximos días.
Preguntado por las medidas que piensa tomar el Gobierno para que las empresas de distribución aporten un mayor esfuerzo a lograr unos precios justos para el campo, dijo que hay dos objetivos claros ahora: evitar la venta a pérdidas y que suscriban contratos efectivos y duraderos con los productores para que estos puedan planificar con estabilidad.
En lo relativo al aceite de oliva, Planas anunció a los principales sectores presentes en la mesa que el Gobierno promoverá un “programa de gestión del aceite de oliva” en el marco de la nueva PAC, análogo al que ya existe con el vino y las frutas y hortalizas, que incluirá un aumento de partidas para promoción y mejora de la calidad y que irán con cargo a la PAC.
El ministro también dio garantías de que el Ejecutivo hará un mayor esfuerzo para la promoción de la venta del aceite de oliva español en el extranjero, sobre todo tras el daño provocado por las subidas arancelarias decretadas por Estados Unidos.
Los portavoces de las asociaciones que se reunieron con el ministro volvieron a urgir al Gobierno a que defienda sin demoras al sector en Bruselas, en las negociaciones con Estados Unidos por los aranceles y, sobre todo, para que las cadenas de distribución les paguen unos precios más acordes con el valor de su trabajo. En su opinión, las soluciones no pueden postergarse a la nueva PAC que entrará en vigor en 2022.
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