Según un estudio publicado por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria, el 70% de las familias españolas les dan de merienda un zumo envasado a sus hijos. Sin embargo, los beneficios de estos productos son prácticamente nulos y muchas las desventajas -toda vez que prescinden de la fibra y las vitaminas presentes en la pulpa y conservan sólo el azúcar de la fruta-, entre ellas, que duplican las posibilidades de padecer caries en los niños que los consumen.
Los zumos envasados, no solo contienen una alta cantidad de azúcares -incluso si se etiquetan como «sin azúcares añadidos», contienen el azúcar propio de cantidades grandes de azúcar-, sino que, además, estos son especialmente cariogénicos. «Los niños que consumen con frecuencia zumos envasados son los que más caries tienen», afirma Antonio Carbonell, odontólogo de Vithas Valencia 9 de Octubre. Además, puntualiza, los zumos envasado «debilitan el esmalte hasta el punto de volverse tan frágil como arenilla». En este sentido, conviene resaltar la naturaleza especialmente agresiva de los azúcares presentes en los zumos envasados, no presente en otros productos de consumo infantil como leche o leche chocolateada.
En los casos en los que por algún motivo excepcional no pueda evitarse su consumo, los odontólogos recomiendan el cepillado inmediato y concienzudo de los dientes.
Lo más importante: el cepillado
«La pasta de dientes no es importante, lo realmente importante es el cepillado; una buena fórmula es hacerlo describiendo pequeños círculos en las distintas carillas de las piezas dentales», explica Antonio Carbonell. Ante la dificultad que para niños pequeños puede suponer adquirir la técnica que garantice un correcto cepillado, los especialistas recomiendan los cepillos eléctricos, «que llegan a zonas que pueden resultar de difícil acceso para los más pequeños».
Si bien es cierto el consenso entre los profesionales respecto al carácter accesorio de las pastas dentífricas, existe una excepción: los casos en los que existe cierta tendencia a padecer caries, como problemas de esmalte (la hipoplasia del esmalte, por ejemplo, se traduce en una menor cantidad de esmalte, que deja la pieza dental más expuesta). En estos casos, «es importante utilizar una pasta de dientes que contenta «entre 1.400 y 1.500 ppm (partes por millón) de flúor», matiza Antonio CarbonellPor último, y en contra de cierta creencia generalizada, los enjuagues bucales con flúor no siempre son recomendables. «En los niños, no se recomienda el uso de enjuagues pues contienen ingredientes como la clorexidina que afectan al esmalte tiñéndolo», explica Antonio Carbonell