Las costumbres de los españoles siguen cambiando cada año que pasa y uno de los puntos más destacados de este ámbito son los hábitos de consumo y los métodos de pago con los que se gestionan.
Una de las claves para entender este cambio en el paradigma del consumo del español medio reside en el auge de internet y los modelos que van surgiendo en el entorno de la red.
Se acercan unas fechas clave en el calendario desde el punto de vista del comercio, con las comidas para las reuniones familiares o los regalos de Navidad y Reyes como principales protagonistas.
Cómo pagan los españoles
Aunque el medio digital parezca ganar bastante terreno al efectivo, lo cierto es que el método convencional continúa muy por encima del pago electrónico, ya que un estudio de E-Consumer estima en un 86,1% los consumidores españoles siguen contando con el dinero en cash como método de pago habitual para sus compras.
En este análisis, le sigue la tarjeta de débito (64,4%), la tarjeta de crédito (en torno a la mitad de los consumidores), las transferencias bancarias (37,9%), las plataformas de pago (un tercio de los compradores) o los pagos con el móvil (27,8%). De forma ya más puntual, se colocan las transacciones con cheques (2,4%) o con dinero virtual (0,8%).
De esta forma, nos podemos hacer una idea muy aproximada de los medios de pago de los consumidores españoles en sus compras de Navidad.
Por qué sigue siendo tan importante el efectivo
Será llamativo para muchos el hecho de que, en plena era de la digitalización, el efectivo continúe siendo importante en las transacciones comerciales.
Uno de los factores que hacen que siga cobrando importancia es que los establecimientos donde se realizan compras cotidianas de poco importe, como las panaderías, estancos, cafeterías, supermercados, puestos callejeros o máquinas de vending, suelen tener políticas de restricción al pago que no sea en forma de cash.
Por el contrario, en aquellas compras de cuantías superiores -hipermercados, tecnología, restaurantes, gasolineras, ropa, etc- tendrán un mayor protagonismo las tarjetas de crédito y débito, así como los pagos electrónicos.
Otra de las observaciones de este análisis alude a los rangos de edad: destaca que el uso de tarjetas de crédito y débito sea muy inferior conforme rebajamos la edad desde los 45 años.
No obstante, los que se encuentran por debajo de esa línea de edad son más propensos a utilizar el pago por móvil u otras plataformas tecnológicas.
El pago digital ganará peso en el futuro
En base a los anteriores datos, las previsiones son claras y apuntan a un futuro en el que el pago electrónico conseguirá una mayor importancia que los métodos convencionales. Es por ello que las perspectivas de futuro apuntan a una paulatina pero lenta transición hacia un mayor uso de medios que nos ofrecen los grandes avances en tecnología, en los que el conocimiento juega un papel importante.