Un total de 178 bibliotecas han cerrado sus puertas entre 2016 y 2018. El año pasado se contabilizaron 6.458 bibliotecas (de las que 4.001 eran de acceso público), un 2,7% menos que en 2016 (entonces había 6.636).
Son algunos de los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística, que también mostró que el año pasado el número de usuarios inscritos en las bibliotecas descendió un 2% en esos dos años, hasta los 21,8 millones de personas mientras aumentaron los fondos de libros electrónicos un 21,3%, hasta los 19.6 millones.
Así, en 2018, España contaba con una biblioteca nacional, 4.001 bibliotecas de acceso público, 1.982 especializadas, 269 de instituciones de enseñanza superior, 198 para grupos específicos de usuarios y siete bibliotecas centrales de comunidades autónomas.
El número total de bibliotecas públicas disminuyó un 0,8% respecto a 2016. Las dependientes de la administración local bajaron un 0,5% y las de la Administración General del Estado un 3,4%. Asimismo, las de administración autonómica se redujeron un 7%.
En la estadística, las bibliotecas centrales autonómicas de Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Murcia, Navarra y la Rioja han sido clasificadas como bibliotecas de acceso público al poseer también la condición de públicas.
Las comunidades autónomas que perdieron más bibliotecas respecto a 2016 fueron Madrid (-32), Asturias (-29) y Andalucía (-20) y las que menos bibliotecas cerraron fueron Cantabria y la ciudad autónoma de Melilla (sólo perdieron una cada una). Navarra mantuvo el número de estos centros culturales respecto a 2016. Respecto a los usuarios inscritos, 17,4 millones fueron usuarios adultos y 4,4 millones infantiles.
(SERVIMEDIA)