Desempeñando absolutamente cualquier profesión es posible sufrir algún tipo de accidente o contratiempo, sea cual sea la gravedad del mismo. Incluso las que a priori son más inofensivas pueden dar pie a ello. Un claro ejemplo son los teletrabajadores que realizan sus labores mediante el ordenador, estando sujetos a posibles adversidades vasculares en su propio domicilio por el simple hecho de permanecer tanto tiempo sentados.
Sin embargo, ciertos trabajos en concreto tienen mayores probabilidades de traducirse en situaciones negativas en relación con la integridad de los empleados. En Qué! haremos un breve repaso de algunas de ellas, las cuales requieren sí o sí la realización del correspondiente curso de Prevención de Riesgos Laborales.
Albañil
Entre las formaciones que más éxito tienen en la actualidad se encuentra la del Curso PRL Albañilería. De hecho, empezó a adquirir una gran popularidad a principios de los dos mil, ya que por aquel entonces la burbuja inmobiliaria estaba en pleno auge y eran constantes las obras/reformas que tenían lugar en todo el país.
Lo cierto es que a partir del año 2007 la actividad del mencionado sector decreció bastante conforme se produjo el estallido de la crisis económica, pero hoy en día sigue siendo una profesión con una elevada demanda a diario.
En muchas de las tareas que se les encomiendan, los albañiles pasan por ciertas situaciones de peligro que podrían acarrear secuelas muy negativas si no se actuase en consecuencia.
Afortunadamente, durante el Curso de Prevención de Riesgos Laborales desarrollado específicamente para la profesión de albañilería, se interioriza todo lo necesario con tal de evitar dichas adversidades. Para tal fin no debe hacerse frente a una carga lectiva de considerable duración. Todo lo contrario.
Bastan solamente veinte horas para poner fin al curso, obteniendo el correspondiente certificado que demuestra que el profesional ya cuenta con los conocimientos que tarde o temprano puede necesitar para no correr riesgos en su puesto de trabajo.
Electricista
Precisamente al haber hablado antes de la crisis económica, conviene destacarse la existencia de ciertas profesiones que siempre tienen bastante demanda por muy precaria que sea la situación económica de los españoles. El sector de la electricidad es un ejemplo inmejorable.
Incluso las instalaciones que se encuentran en buen estado pueden acabar viéndose sujetas a algún tipo de contratiempo que requiera la asistencia de un especialista. Por este motivo los electricistas son solicitados diariamente por multitud de individuos.
Es innegable que, a la hora de desempeñar ciertas tareas, corren un grave riesgo. Toda persona que trata con material por el que circula electricidad puede sufrir una descarga u otros problemas, aunque el porcentaje se ve reducido enormemente con el Curso PRL Electricidad.
Resulta esencial llevarlo a cabo antes de dar comienzo a la actividad de electricista, independientemente de si se trata de un autónomo o trabaja ingresando una nómina mensual. En los dos casos no supone ningún sacrificio participar en el curso en lo que se refiere a la inversión a llevar a cabo.
Y es que la formación es gratuita, pudiéndose consultar a coste cero desde cualquier dispositivo electrónico: tablets, smartphones, ordenadores, etcétera. Posteriormente se efectúa el test, también sin abonar ni un solo céntimo. El pago solamente ha de realizarse en el momento de la obtención del certificado, el cual a su vez es remitido gratuitamente.
El temario está dividido en seis bloques diferenciados. Gracias a lo intuitivos que son todos los contenidos lectivos, incluso aquellos individuos que llevan años sin estudiar se ven capaces de interiorizar cada párrafo leído. El resultado no tarda en hacerse evidente: un test que se supera sin dificultades.
Veterinario
La preocupación por el bienestar de los animales cada vez va a más entre los españoles. Así lo demuestra el auge de ciertos partidos políticos que basan su programa principalmente en la defensa de los derechos de la fauna. Otro claro ejemplo de ello reside en el aumento de veterinarios, un sector que está en plena expansión.
Desafortunadamente, muchos de ellos están sujetos a constantes peligros, desde el doloroso mordisco de un animal exótico hasta una crisis de lumbalgia tras coger en brazos a un perro de excesivo peso con tal de aplicarle el oportuno tratamiento que ponga fin a su problema sanitario.
En las propias clínicas son numerosos los elementos de veterinaria que pueden dar pie a sufrir accidentes, algunos de considerable gravedad. Por todo ello no es de extrañar que esta profesión sea otra de las que exige sí o sí pasar por un curso de Prevención de Riesgos Laborales.
Por suerte, indistintamente del sector al que pertenezcas –más allá de los tres distintos que hemos sacado a colación en anteriores líneas–, muy probablemente puedas realizar la formación cómodamente a distancia. Y es que a día de hoy el e-learning ha proliferado hasta abarcar la práctica totalidad de ámbitos profesionales que existen.