Dicen que si las abejas se extinguen, no podría existir la vida. Ellas son las encargadas de polinizar, de crear la rica miel y de, por qué no decirlo, a veces asustarnos con su vuelo cuando pasan cerca de nosotros. BigBen Interactive nos presenta Bee Simulator, un simulador de abejas en el que conoceremos, desde los ojos de uno de estos coloridos animales, la vida en colonia desde un punto de vista educativo y concienciador.
Tomaremos el papel de una abeja melífera recién nacida en una colonia. Lo primero que deberemos hacer será visitar a la Abeja Reina para que nos otorgue nuestro rol dentro de esa colonia y a partir de aquí comienza una aventura en la que tendremos que realizar multitud de tareas que nos son encargadas como por ejemplo polinizar flores, recoger el polen de las más valiosas, ayudar a nuestras compañeras e incluso rescatar a alguna que se ha desorientado dentro de este grandioso mapa inspirado en el Central Park neoyorquino.
En el juego se representan muchas de las tareas que realizan las abejas como es la creación de miel, no olvidemos que somos melíferas, también podremos realizar la danza de las abejas. Con esta danza, divertida en movimientos veremos como transmitimos la información de ubicación y distancia hasta las flores con mejor néctar al resto de nuestras compañeras.
Un juego educativo en el que interactuaremos con las flores, podremos ir recogiendo el néctar en nuestro “depósito” y cuando lo tengamos lleno deberemos ir a la colmena a depositarlo allí. Los humanos no serán nuestros enemigos, al fin y al cabo no nos las estamos cargando por matarlas, si no por invadir su espacio vital y por la contaminación. Como es un juego de naturaleza, veremos que el natural depredador de las abejas es la avispa.
En Bee Simulator no hay violencia pero si se introducen pequeños combates contra avispas que buscan derrotarnos. Estos combates se realizan al ritmo de pulsar botones tanto para atacar como para protegernos. No es un juego de peleas ni de luchas, así que estos combates se producen de vez en cuando y son bastante fáciles de solventar, al fin y al cabo debemos saber que hay depredadores naturales de las abejas pero no estamos con una sensación de peligro constante.
En cuanto a la jugabilidad podremos volar fácilmente y hacernos con el control de la abeja que se mueve con los sticks y sube y baja con los gatillos. Quizás al comienzo el control es algo brusco y rápido, pero con unos minutos de juego podremos manejar perfectamente a nuestra protagonista. Además de las misiones y retos que se nos van poniendo como tareas a hacer, vamos a encontrar desbloqueables y objetos escondidos. Además de las abejas de inicio, hay más variedad e iremos conociéndolas. Abejas de otras partes del mundo con colores diferentes e incluso alguna oculta que deberemos desbloquear.
En cuanto a la parte gráfica, el juego luce correcto. A pesar de ser un simulador, el realismo en cuanto a lo que hay dentro de la colmena nos recuerda más a una cueva que a una colmena con túneles estrechos. La ambientación está bien realizada aunque algunos modelados, sobre todo del exterior quedan un poco básicos. La representación de toda la naturaleza nos hará sentir esa sensación de pequeñez ante humanos y ante todos los elementos que nos vamos encontrando, eso es de lo mejor conseguido del juego ya que al fin y al cabo somos un ser de apenas 3 o 4 centímetros. La banda sonora cumple con creces y ambienta perfectamente toda la acción que va sucediendo en pantalla.
Bee Simulator es realmente un juego sorprendente con un fin principal que es el de concienciar que las abejas son muy importantes para el ecosistema, nos las estamos cargando y sin ellas, la naturaleza no podrá seguir su curso. Lo consigue. A través de los ojos de una abeja vamos a ver sus funciones básicas dentro de una colmena y las tareas, desde la polinización, pasando por la danza para indicar dónde se encuentra el polen, la ayuda a miembros desorientados o dañados e incluso una pequeña lucha contra las avispas, el depredador natural de estos invertebrados. Bee Simulator es ideal para que todos los niños aprendan la importancia de estos seres para la Tierra, y nosotros, los mayores, también nos concienciemos de ello.