La agrupación política ANDO Sataute fue invitada a participar en la consulta pública previa a la ciudadanía sobre la necesidad de dictar una Ley de Cambio Climático en las islas, tal como se establece en el pacto de gobierno del ejecutivo regional. Nuestro colectivo ha participado en las reuniones convocadas para las entidades sociales y se muestra complacida por participar en la iniciativa que está gestionando el Gobierno de Canarias para abordar la transición ecológica y promulgar una Ley de Cambio Climático para nuestra Comunidad Autónoma.
Como vecinos y vecinas de un municipio de Medianías de Canarias, ANDO Sataute señala que las siguientes once medidas y su desarrollo son fundamentales para mitigar los efectos del Cambio Climático en Canarias:
En primer lugar, entendemos que hay que establecer actuaciones para fijar CO2, entre las que destacamos la necesidad de incrementar seriamente la reforestación en aquellos terrenos públicos o privados aptos para ello. Se deberán financiar las actuaciones con especies autóctonas o frutales forestales de amplia presencia en Canarias y que gustan a los propietarios (castaño, nogal, almendro, moral, higuera, algarrobo, etc..). Se deberá fomentar el aprovechamiento forestal sostenible, como sucede en las sociedades avanzadas, como incentivo para conseguir que propietarios y propietarias de terrenos y montes de ayuntamientos puedan encontrar beneficios directos en el incremento de la superficie arbolada. Asimismo, se debe potenciar el uso de biomasa local, como forma de gestionar los excedentes de material combustible en montes gestionados, supliendo así parcialmente el uso de fuentes fósiles. Todos los edificios públicos que precisan de agua sanitaria o climatizada (piscinas públicas) deberían surtirse de energía de biomasa.
Otro paquete de medidas debe evitar la emisión de CO2, entre las que destacamos la transición de la “Cultura del Petróleo” hacia una Sociedad Descarbonizada pasa por el abandono inmediato de las energías fósiles. Asimismo, se debe evitar la profusión de Grandes Incendios Forestales, estrategia que pasa por la recuperación del Sector Primario Rural (agricultura de montaña, pastoreo extensivo, selvicultura sostenible), que a su vez genera un Paisaje Mosaico, de gran trascendencia para el sector turístico canario. Para ello se deben activar mecanismos económicos compensatorios (Ecotasas, Céntimo Forestal), para compensar los Servicios Ecosistémicos que generan nuestros bosques y nuestros paisajes rurales y naturales.
Otro aspecto que habrá que afrontar es la incidencia de la Huella de Carbono de nuestra principal industria, el Turismo. Habrá que hacer campañas de fijación de CO2, incentivando por ejemplo la plantación de especies de alta fijación en terrenos agrícolas en desuso, con aguas depuradas y cerca de los núcleos turísticos, que pueden producir recursos forestales. Asimismo, habrá que ser generoso e ingenioso y potenciar plantaciones compensatorias, por ejemplo, en África (vía Casa África), apoyando iniciativas como el African Green Belt.
Un tercer grupo de medidas debe dirigirse a mitigar la emisión de metano. En este sentido, entendemos que la producción y consumo de carne de vacuno son una de las principales causas de la desaparición de las Selvas Tropicales y por otro lado la emisión de metano a la atmósfera (gas invernadero 22 veces más dañino que el CO2). Por el contrario, los consumos de otras carnes tienen mucho menos incidencia ambiental. Por ello se debe evitar la subvención de carne de vacuno de importación (vía REA) y fomentar la producción local del resto de especies cárnicas (especialmente las que tienen incidencia territorial, como la cabra y la oveja).
En cuarto lugar, planteamos medidas dirigidas a potenciar el consumo local. El consumo local o economía local hace referencia al esfuerzo colaborativo para construir economías basadas en productos de la localidad, comarca o región. Específicamente en el ámbito de la alimentación, hace referencia a la producción, procesamiento, distribución y consumo integrados para mejorar la economía, medio ambiente, salud y relaciones sociales de un lugar en particular, y se considera parte de un movimiento más amplio, como es el del movimiento sostenible.
La quinta línea de medidas tiene por objeto potenciar las ciudades más saludables. Para ello proponemos aumentar el número de árboles por unidad de habitante de cada ciudad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que el 92% de la población mundial está expuesta a niveles peligrosos de contaminación del aire. El desafío de la salud medioambiental y humana en el seno de las ciudades, es de extrema urgencia. Los árboles urbanos juegan un importante papel en la mitigación de algunos de estos impactos. Y por ello, los parámetros de arbolado y espacio verde urbano son ineludibles en la planificación urbana actual. La FAO afirma que una ciudad con una infraestructura verde bien planificada y bien manejada se vuelve más resistente, y sostenible. Y asegura que, a lo largo de su vida, los árboles urbanos pueden proporcionar unos beneficios que valen dos o tres veces más que la inversión en su plantación y cuidado.
Potenciar el uso eficiente del agua es el objetivo del sexto conjunto de medidas. El agua es un recurso natural indispensable para la vida, sin embargo, su consumo aumenta de manera muy acelerada, siendo el recurso agua renovable, su calidad disminuye de manera paulatina lo que puede dar lugar a problemas de escasez. Controlar el agua consumida por las viviendas, las pérdidas en instalaciones de transporte y almacenamiento, generar buenos hábitos de consumo, incrementar los cambios tecnológicos en busca de una mayor eficiencia, etc.
Un séptimo paquete de medidas debe afrontar la relación de la huella de carbono con la pérdida de biodiversidad. En este sentido, ANDO Sataute entiende que el desarrollo de los individuos, su fisiología y sus comportamientos durante las fases de crecimiento, reproducción y migración, así como la distribución geográfica de algunas especies, vendrá condicionado por el cambio climático, sería conveniente se estudiará el nivel de resiliencia de las producciones agrarias, los ecosistemas forestales a estos nuevos cambios. Generando sinergias entre los diferentes ecosistemas que prevalezcan con el fin de disminuir estos impactos en la producción y en la pérdida de biodiversidad.
En octavo lugar figuran las medidas para potenciar el uso de las energías renovables en las viviendas y locales comerciales. Para ello, sugerimos reducir el IBI a viviendas y locales comerciales y otras edificaciones que tengan instalaciones de energías renovables en todos los municipios, aumentando, en su caso, el tanto por ciento de reducción paulatinamente en el caso de aquellos municipios que ya la hayan establecido. Esta medida debe ir acompañada y no puede ser ajena a la revisión del impuesto en aras a la justicia social en el caso de las personas con menos recursos económicos.
Medidas para compensar la emisión de CO2 por parte de las Administraciones Públicas: Promover las edificaciones nulas en emisión de CO2 contemplándolo como condicionante en los planes parciales, teniendo en cuenta materiales y usos, compensando, en el caso de las administraciones públicas, cualquier obra que en la actualidad y en el futuro vaya a proyectarse.
Las medidas para el uso de medios de transporte que utilicen energías alternativas fuguran en un noveno grupo, al entender que el transporte es una de las principales fuentes de emisión de CO2 a la atmósfera y que suelen ser habituales competiciones automovilísticas con vehículos que utilizan energías fósiles, se van imponiendo los eco rallyes que persiguen, mediante este tipo de campeonatos, el uso de energías alternativas en el automovilismo al mismo tiempo que una conducción más eficiente. Por otro lado, se debería aumentar a nivel municipal el número de cargadores para el vehículo eléctrico, utilizándose, por ejemplo las farolas que permiten no depender de contar con garaje para la recarga. Asímismo, el gravamen al coche que utiliza energías tradicionales debería ser proporcional al CO2 emitido.
El décimo paquete de medidas busca promover la rehabilitación de viviendas destinadas al turismo rural: Siguiendo las pautas de actividades nulas en emisión de CO2, el turismo rural es una de las opciones de hacer turismo en las islas que proporciona además de sostenibilidad a este sector económico, bondades en cuanto a la conservación de la naturaleza y la práctica de actividades saludables.
Y el último grupo de medidas se dirige a la promoción de la economía circular, implementando la recogida de residuos “puerta a puerta” revalorizando el “residuo”, convirtiéndolo en motor económico. Reglamentar por otro lado la sustitución de las bolsas de plástico y envoltorios en tiendas y supermercados por bolsas de papel y permitir que las personas usuarias puedan llevar sus propios recipientes salvaguardando la higiene y seguridad de los productos adquiridos.
Todas las medidas anteriores deben contar con el correspondiente seguimiento del impacto de género con el fin de garantizar un equilibrio en la ejecución de medidas a diferentes escalas y niveles territoriales. Asimismo, todas las medidas anteriores deben pasar por un proceso de educación ambiental en todos los niveles educativos para asegurar tanto a la generación actual como a las venideras una correcta adaptación al Cambio climático presente y ayudar a mitigar los impactos futuros.