Son pequeños gestos que, sin saberlo, ponen en riesgo nuestros movimientos en la red. Banco Santander propone siete reglas básicas que nos permitirán viajar sin sobresaltos por internet.
España es uno de los países con mayor penetración de Internet, por delante de potencias tecnológicas como Japón, Alemania o Francia. En concreto, figura en el 5º puesto de la Unión Europea y el 8º del mundo, según el Inclusive Internet Index de 2019, elaborado por la revista The Economist y la red social Facebook. Dentro de este ranking, es el primer país europeo en cuanto a capacidad (habilidades, aceptación cultural y políticas de fomento de internet) y el segundo en cuanto a calidad y amplitud de las infraestructuras.
No es de extrañar que sea también sea uno de los países que más se preocupa por la ciberseguridad. El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) advierte de que el 95% de los ciberataques están producidos por fallos humanos, por lo que todos somos víctimas potenciales. Y es que navegar por internet ofrece inagotables posibilidades, pero también importantes riesgos que hay que conocer para evitar algún que otro disgusto. Virus, troyanos, piratas informáticos… Basta con aplicar cierta prudencia, como hacemos en la vida cotidiana, para evitar sobresaltos y ayudar a que nuestros viajes por la red sean más seguros.
Banco Santander propone algunas reglas básicas que debemos tener en cuenta si queremos evitar los fraudes más comunes:
• Varía la contraseña del móvil, la del ordenador y la del correo. Las de las redes sociales, las del trabajo y las de casa… Tampoco conviene replicar la misma en todas partes. Ni es buena idea utilizar tu fecha de nacimiento, el nombre de tu mascota, la matrícula de tu coche o cualquier referencia tan sencilla como para que alguien con un poco de picardía sea capaz de adivinarla. Las contraseñas seguras son un requisito para tu tranquilidad online. Un ciberdelincuente tarda 5 minutos en averiguar una contraseña fácil y más de dos años en encontrar una contraseña robusta.
– Actualizar el sistema. Es importante mantener al día los sistemas operativos, programas, apps… Las últimas versiones siempre son más adecuadas que las antiguas y maximizan la protección frente a sorpresas indeseables.
– El antivirus también ayuda. Un equipo protegido siempre vale por dos. Los atacantes maliciosos se especializan en hacer daño y es fundamental disponer de un arma defensiva especializada en esquivarlos. Si además haces un backup regular de los documentos más valiosos, te ayudará a vivir más tranquilo.
– Contrastar y valorar la información. Ayuda a cribar los datos verdaderos y separarlos de la basura informativa, del rumor y del cotilleo incierto. Si no puedes sabes quién te informa, ni por qué, es probable que no puedas confiar en lo que te traslada.
– Evita la tentación de una wifi gratuita, puede salir cara. No sabes quién es el administrador, ni conoces a los otros usuarios conectados: ni su identidad, ni sus intenciones. Lamentablemente, hay un alto riesgo de robo de contraseñas, datos privados y de navegación. Si no puedes evitarlas, cuidado con lo que haces mientras las utilizas: esquiva las webs de entidades bancarias, y demás datos sensibles.
– Revisa las opciones de privacidad. A estas alturas, todos hemos aprendido que no conviene revelar nombre y apellidos, teléfonos, la matrícula de coche, ni la dirección de casa. Pero hay muchas otras cosas que dicen mucho sobre ti y es importante conocer cuáles son las opciones de privacidad del sitio en el que lo haces.
– No consumas productos sospechosos. La piratería no solo es un delito, sino que nos expone a brechas de seguridad al consumir esos productos (robo de datos, instalación de software malicioso). Como siempre, cuando un desconocido te regala un caramelo, mejor no lo cojas.
Además, el banco ofrece un test para conocer tu cociente de seguridad online: quince sencillas preguntas que te identificarán con un personaje, desde el hombre de las cavernas, pasando por un hípster moderno y tecnológico pero con algunas deficiencias en seguridad informática, hasta un superhéroe que lo sabe todo en seguridad online.
El objetivo es concienciar a la gente sobre la importancia de una navegación segura y enseñar de forma práctica toda esa terminología de la que oímos hablar a diario y sobre la que sabemos tan poco. Es el caso del phising, en el que los hackers se hacen pasar por instituciones legítimas para obtener información confidencial de las personas. Por ejemplo, una de las tácticas más frecuentes son los correos electrónicos a los clientes de los bancos para que refresquen sus contraseñas. Pero existen otros muchos a la orden del día, como el malware, programas que se infiltran para dañar un equipo, dispositivo o sistema sin el consentimiento de su propietario; el ransomware, en el que un software malicioso infecta el equipo y roba los datos para suplantar la identidad; o el fraude del CEO, en el que los atacantes diseñan un email para que parezca que ha sido enviado por un directivo de la compañía, por lo general dando instrucciones al objetivo para que realice una transferencia de dinero.
Un estudio de Deloitte apunta que el 79% de las compañías españolas incrementó su presupuesto en ciberseguridad en 2017 respecto al año anterior. De hecho, en España este mercado movió ese año unos 1.200 millones de euros y crece a tasas anuales del 13%, según INCIBE, y las previsiones apuntan a que este sector tendrá un fuerte crecimiento en los próximos años. Una de las empresas más comprometidas con este desafío es Banco Santander, que ha decidido invertir 400 millones de euros en los próximos tres años para combatir potenciales amenazas y garantizar la protección de los datos y los ahorros de nuestros clientes.
“La ciberseguridad es vital en la era digital. Los ciberataques y el fraude plantean riesgos sistémicos para los servicios financieros. Los clientes esperan que sus datos se custodien con seguridad y se traten de forma ética. Para atender esta demanda, en 2018 hemos seguido reforzando nuestras defensas a través del nuevo marco de ciberseguridad. Dado que nuestros empleados son nuestra primera línea de defensa, hemos lanzado una nueva política de ciberseguridad y conducta con las TI, que establece cinco sencillas normas para ayudar a proteger a los empleados y al banco de los ciberdelincuentes”, indica la entidad.