Con música de Ernesto Mateo y 131 versos de José Antonio Luján, será estrenada el viernes en el Auditorio Alfredo Kraus a las 20.00 horas
La OFGC será dirigida por Günther Herbig, con la soprano grancanaria Estefanía Perdomo de solista y el Coro de la OFGC
La cantata describe la atmósfera que envuelve el legado aborigen en las cumbres de Gran Canaria, donde se unen leyenda y realidad
Las entradas están a la venta en www.ofgrancanaria.como y en las taquillas del Auditorio Alfredo Kraus y Teatro Pérez Galdós
Las Montañas Sagradas de Gran Canaria ya tienen cantata propia, una composición para soprano, coro y orquesta con música de Ernesto Mateo y 131 versos de José Antonio Luján presentada hoy en el Cabildo de Gran Canaria y que será estrenada el próximo viernes por la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria en el Auditorio Alfredo Kraus bajo la dirección de Günther Herbig.
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, elogió esta iniciativa junto a la consejera de Cultura, Guacimara Medina, y el alcalde de Artenara, Jesús Díaz, quienes transmitieron su reconocimiento tanto al compositor como al autor de la letra, el también cronista de Artenara, quienes firmaron y entregaron una copia de la partitura al presidente y la consejera.
Morales subrayó que la obra servirá para transmitir la grandiosidad del enclave en los congresos internacionales en los que sea presentado el legado de los antiguos canarios, ahora custodiado por el planeta, ya que la declaración de la Unesco lo ha convertido en un bien de la humanidad, gestionado en este caso por el Cabildo de Gran Canaria.
La cantata “tiene una trascendencia y un recorrido que irá más allá” de su estreno y puesta en escena el próximo viernes, corroboró Guacimara Medina, quien elogió que la música enaltezca así el patrimonio de Gran Canaria.
La obra será estrenada dentro del quinto concierto de abono de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, bajo la batuta de su director honorario, Günther Herbig, y con la participación de la soprano grancanaria Estefanía Perdomo y del Coro de la OFGC, que dirige Luis García Santana.
“Montañas Sagradas de Gran Canaria” tuvo su origen en una propuesta del cronista junto a un grupo de vecinos de Acusa para celebrar el cincuentenario del pago cuando aún caminaba hacia su declaración como Patrimonio Mundial de la Unesco. La iniciativa, secundada por el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Artenara, fue acogida en el seno de la Fundación Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, que aporta los efectivos sinfónicos y corales para hacer posible su estreno en la temporada de abono del conjunto sinfónico del Cabildo de Gran Canaria.
La cantata está organizada en 10 movimientos que recorren distintos momentos y enclaves del legado aborigen desde el cosmos, no en vano es el primer Patrimonio Mundial que abarca el firmamento, la noche, el amanecer, y Artevirgo y Risco Caido, hasta Arecuzen, la Cueva de los Candiles, Bentayga y el cierre está dedicado a tránsito del ocaso a la noche.
En el apartado musical, Mateo señala que cuenta con una introducción instrumental y un interludio. La introducción presenta una melodía recurrente que aparece en diversos puntos de la obra para darle unidad. “Esta melodía representa la fascinación que las estrellas ejercieron sobre los antiguos pobladores de la isla”, explicó.
La cantata sigue la estructura de un texto dividido en ocho poemas del cronista oficial de Artenara, para quien la cantata “pretende describir con lenguaje poético la atmósfera que contextualiza la evidencia arqueológica y vivencial de un paisaje de cumbres conformado entre la leyenda y la realidad”.
De este modo, el texto ofrece un estilo narrativo y describe una jornada que, con origen en la noche, tras el paso del día vuelve a la noche, por lo que “se formaliza en un sentido circular o anular (de anillo) en la presentación del tiempo (‘annus’=año=anillo= repetición)”.
El concierto de abono de la OFGC donde se interpretará “Montañas Sagradas de Gran canaria” se cerrará con una de las piezas angulares del repertorio orquestal romántico, la Sinfonía nº 1 de Johannes Brahms. Sobre el arco Do menor – Do mayor traza el músico hamburgués esta grandiosa obra que revela la ambición de un compositor decidido a hacer oír su propia voz en un género que permanecía aún bajo la sombra del genio de Beethoven.