El presidente del Gobierno en funciones y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez, asegura que no está “dispuesto a que un rebrote de nacionalismo extremo en Cataluña cuestione, desde una falsa narrativa repleta de mentiras, los logros de la democracia española”.
“Nunca me he negado al diálogo si se articula en el marco de la Constitución y la ley. No quiero ser el presidente de unos contra otros, sino el presidente de todos los españoles”, traslada el también líder del PSOE.
Sánchez publica este jueves una tribuna en el diario ‘El País’ sobre la situación de Cataluña que también aparece, según Moncloa, en una veintena de publicaciones de otros tantos países miembros de la Unión Europea más Suiza.
Este artículo de opinión aparece después de que Sánchez lleve dos días -tras el debate del lunes en el que hizo tres nuevas propuestas- sin mencionar la cuestión catalana en sus mítines más que para reivindicar la cohesión territorial y social por la que apuesta el PSOE; y para afear al Partido Popular que sólo obtenga uno de los 48 diputados que aporta Cataluña: “Los catalanes no quieren ser salvados por el PP”.
En la tribuna, Sánchez afirma que “la Europa que admiramos se ha forjado frente a los nacionalismos excluyentes y los extremismos que superponen identidades al principio de igualdad de todos los ciudadanos”.
Por eso, considera que “el desafío del separatismo en Cataluña, construido contra nuestro marco constitucional y silenciando a la mayoría de catalanes contrarios a la independencia, es también un desafío a Europa y a los europeos”.
Destaca el presidente que “España es hoy el segundo país más descentralizado de Europa, y Cataluña una de las regiones con mayor nivel de autogobierno del continente, con amplias potestades y ejecutivas sobre materias tan sensibles como los medios de comunicación públicos, sanidad, educación o instituciones penitenciarias”.
En este contexto, recuerda que “ningún Estado contempla la vía unilateral de la secesión de uno de sus territorios en su ordenamiento constitucional. Y ningún demócrata puede entender que los líderes del separatismo emprendieran ese camino y menos aun contando con un apoyo inferior al 48% de los votos emitidos en las elecciones autonómicas”.
Sánchez defiende que su Gobierno “se ha distinguido por llevar a la primera línea de sus prioridades la ampliación de las libertades y derechos”. “No consentiría, por tanto, que se limitara ni un ápice la libertad de expresión. El presidente de la Generalitat (Quim Torra) es un separatista radical, pero ello no le impide ni expresarse libremente ni defender públicamente sus postulados, por mucho daño que causen a la convivencia en Cataluña”, afirma el jefe del Ejecutivo en funciones.
“Todos pueden opinar como quieran, siempre que, como ocurre en todos los países democráticos, no promuevan acciones que constituyan delitos. Todos los españoles somos iguales ante la ley, y la Constitución y la democracia son realidades inseparables”.
Así las cosas, dice que “los derechos de manifestación y de huelga son pilares fundamentales del Estado de Derecho, y los ciudadanos que en Cataluña los han ejercido pacíficamente merecen todo mi respeto”; pero que “otra cosa muy distinta son los actos violentos que —de forma organizada e intencional— se han producido en Cataluña en estos días”.
Ante algunas manifestaciones que buscan la “normalización de la violencia como recurso político”, Sánchez avisa de que “si algo hemos aprendido con dolorosas lecciones en la historia de Europa es que ninguna pretensión política jamás puede legitimar el uso de violencia”.
“No estoy dispuesto a que un rebrote de nacionalismo extremo en Cataluña cuestione, desde una falsa narrativa repleta de mentiras, los logros de la democracia española, alcanzados con el esfuerzo de nuestros ciudadanos y nuestras instituciones”.
Por último, el candidato socialista recuerda su receta para superar la crisis de convivencia en Cataluña. “Nunca me he negado al diálogo si se articula en el marco de la Constitución y la ley. No quiero ser el presidente de unos contra otros, sino el presidente de todos los españoles”, por lo que “el separatismo catalán debe volver a la Constitución y respetar la ley”, concluye.
(SERVIMEDIA)