La llegada del frío nos ha sorprendido a todos. A pesar de que estamos casi en el mes de noviembre, lo cierto es que en gran cantidad de ciudades podíamos disfrutar del buen tiempo hasta hace escasos días. El hecho de que el frío haga acto de presencia, nos obliga a buscar una serie de medidas en nuestra casa que nos permitan disfrutar de una casa más caldeada. Para ello, podemos escoger alguno de los modelos de calderas Hermann con las que nos aseguraremos un invierno más cálido. Muchas personas desconocen cómo escoger una caldera de gas, por lo que en este artículo desvelaremos todos los detalles.
El tipo de servicio o sus prestaciones son aspectos determinantes
A la hora de tomar una determinación al escoger una caldera de gas, tenemos que tener en cuenta algunos aspectos. En primer lugar, cuál es el tipo de gas disponible en nuestra casa (propano, natural o butano), además de la zona geográfica en la que nos encontremos o si se trata de una vivienda unifamiliar y qué metros cuadrados tiene. Por otra parte, el número de cuartos de baños, las personas que conviven en esa casa y el lugar en el que se colocará la caldera, también son puntos a destacar.
Fabricantes de calderas de gas existen en gran cantidad, pero podemos destacar algunos como Baxi, Hermann, Junkers o Saunier Duval. Las calderas de hoy en día son con tecnología de condensación. Así, nos encontramos con las más eficientes del mercado, puesto que aprovechan la energía del calor latente de los gases quemados que proceden de la combustión. Todo ello consigue rendimientos superiores al 100% y además, posibilitan un ahorro en nuestras facturas que puede ascender hasta el 30%.
En primer lugar, teniendo en cuenta a su colocación encontramos murales y de pie. Las primeras se sujetan a la pared y van colgadas. Son las más usadas por su facilidad a la hora de situarlas en el domicilio. Generalmente se colocan en la cocina. Por otra parte, encontramos las de pie, que se colocan apoyadas en el suelo. Ocupan una cantidad de espacio importante, pero tienen mayor potencia calorífica.
Según el tipo de servicio, podemos encontrar calderas murales mixtas (que nos proporcionan calefacción y agua caliente sanitaria) o murales de solo calefacción, que sirven para trabajar exclusivamente para calefacción. Según las prestaciones que tengan, encontramos aquellas que son o no de Clase 5 de NOx, que emiten menor cantidad de óxidos de nitrógeno y las que son o no de alta modulación. Estas últimas nos permite reducir el número de encendidos y apagados de nuestra caldera, además de acortar el gasto energético y extendiendo la vida útil.
También encontramos las que tienen o no sistema de microacumulación. Pero ojo: microacumulación no significa que tengamos agua caliente inmediatamente que abrimos el grifo. La microacumulación reduce unos segundos el tiempo de espera que tarda en salir el agua caliente por el grifo, pero no hace que el agua salga caliente de inmediato. La explicación es muy clara: si hace horas que no utilizamos el servicio de agua caliente, el agua que hay en la tubería que llega hasta el grifo está fría; al abrir el grifo de agua caliente toda esa agua fría tiene que salir por el grifo antes de que empiece a salir la caliente.
Estos son los aspectos que tenemos en cuenta a la hora de escoger una caldera de gas. De esta manera, conseguiremos disfrutar de un invierno más confortable haciéndole frente a través de ella.