Obsidian vuelve por la puerta grande con uno de esos juegos que quedará en nuestra memoria: The Outer Worlds. Los autores de Star Wars: Knight of the Old Republic II (KOTOR II), Neverwinter Nights 2 o Fallout New Vegas, este último del que tiene muchos elementos han desarrollado una aventura épica de rol, imprescindible para los amantes a este género y a la ciencia ficción. Suena pretencioso titular un análisis así como una mezcla de Fallout y de Borderlands pero realmente es así, tiene lo mejor de uno y de otro para crear otro de los candidatos a tapado del año.
Esta aventura planetaria nos coloca en la piel de un colono que ha hibernado en un viaje de 10 años hacia un mundo mejor, la colonia espacial Alción, creada por empresas. Justamente un descuadre en el balance lleva a estas mismas empresas que nos han ofrecido una nueva esperanza, a dejarnos a la deriva. Todo comienza cuando el doctor Phineas Welles acude a nuestra nave y nos despierta 70 años después de lo previsto en un caótico mundo manejado por estas empresas en luchas crueles.
Primeramente vamos a tener que personalizar a nuestro héroes de manera muy profunda, desde sus atributos y si es mejor, está en la media o inferior a la media en capacidades de cuerpo, mente y personalidad, esto nos otorgará ventajas y bonus o penalizaciones. Posteriormente podremos darle puntos de talento, es decir, subir las estadísticas propias del héroe con campos cuerpo a cuerpo, a distancia, que son de ataque; defensa, diálogo, sigilo, tecnología y liderazgo. Estos valores se irán subiendo durante la aventura a medida que vayamos ganando experiencia y ascendiendo de nivel.
El tercer factor a personalizar es la aptitud, la aptitud aporta una pequeña bonificación y tiene que ver con la profesión que tenía nuestro personaje. Hay desde burócrata de rango bajo, cajero de supermercado, granjero, inspector de sanidad… Cada una otorga una pequeña ventaja a nuestros talentos. Tras determinar la aptitud podremos crear el aspecto del personaje tanto masculino como femenino y tenemos a nuestra disposición un completo editor muy al estilo de Fallout donde podemos determinar cada valor de la cara, pelo y maquillajes, cicatrices, edad…
Ya metidos en la jugabilidad de The Outer Worlds, tenemos ante nuestras manos un juego RPG de acción y exploración con un toque de humor negro bastante notable. Estamos ante un mundo en el que las corporaciones controlan todo y casi se ha vuelto a las condiciones laborales del siglo XIX. Nuestra primera misión, para que veáis una muestra de lo que nos vamos a encontrar, es ir a visitar una ciudad donde buscaremos una célula para poder hacer. Esta ciudad gobernada por un alcalde que nos pide que redirijamos la electricidad hacia su ciudad desde una central geotérmica y que allí podremos encontrar el objeto buscado. A la vez hay un campamento de fugados de esa cuidad y nos pedirán lo mismo, que dejemos a la gran ciudad sin luz y el redireccionamiento sea hacia este campamento. Será nuestra decisión el qué hacer. Y se nos pondrán delante los claroscuros de cada uno de los dos bandos.
Todas las decisiones que tomemos en The Outer Worlds tendrán repercusiones en nuestra reputación con los distintos organismos de la galaxia. Esta reputación hará que seamos neutrales y no nos otorguen ningún beneficio, que nos admiren y nos hagan incluso descuentos en sus tiendas o que seamos un enemigo declarado y vayan a por nosotros. Podemos decidir también si jugar más con el sigilo o a tiro limpio. El sistema de sigilo nos ha resultado algo torpe. Podemos ocultarnos en unas altas hierbas y no nos verán los enemigos, que disponen de una barra de alerta que vemos como va ascendiendo a medida que notan nuestra presencia. Una vez noten nuestra presencia, todos los enemigos sabrán donde nos encontramos y normalmente el enfrentarnos contra varios a pecho descubierto acabará con nuestros huesos listos para abonar el suelo.
Según nuestro personaje podremos hacerle más capaz con armas de fuego o a golpes cuerpo a cuerpo, o ambos si descartamos el diálogo o la inteligencia. Hay un montón de armas que podremos mejorar en el banco de trabajo. También podremos arreglarlas, porque del uso se desgastan y se rompen e incluso agregarles modificadores de tiro o mirillas. No queremos romperos las sorpresas que The Outer Worlds tiene para vosotros pero hay armas con veneno, con plasma e incluso con efectos especiales y graciosos en los enemigos. El juego también incorpora un sistema de curación rápida en los gatillos superiores y un sistema de ralentización del tiempo muy al estilo Fallout en el que podremos apuntar y desmembrar a los enemigos a nuestra elección.
A medida que vayamos eliminando enemigos y completando encargos iremos ascendiendo de nivel y personalizando a nuestro protagonista y especializándolo. Esto hace que el juego se afronte de distintas maneras y cada situación podamos resolverla dependiendo de cómo estemos haciendo al personaje. Podremos hacer un luchador nato con pistolas y a mamporros, un mentiroso, o un intimidador cuya conversación será la que nos haga salir de las situaciones más complicadas.
Ademas de las misiones principales, las secundarias y las misiones de facción que alterarán la reputación con cierto grupo o con los contrarios, en The Outer Worlds conoceremos a hasta 6 personajes que nos acompañarán a lo largo de nuestra aventura como compañeros si así lo establecemos. A estos compañeros podremos ponerle armaduras, mejorarle sus armas e incluso gastar puntos en ventajas que nos ayuden. Realmente la partida se hace más amena y más fácil si tenemos a nuestro lado esta ayuda extra.
Pero estos acompañantes no son personajes sin carisma, al contrario, cada uno tiene su historia y sus intereses y podremos conocerlos en sus misiones de acompañantes. En cuanto a la exploración The Outer Worlds es claramente más pequeño que Fallout y que Borderlands. Tenemos varios planetas para visitar pero su exploración no da para demasiado. Podremos movernos por las ciudades y los territorios, hablar con todos los aldeanos, eliminar a los enemigos locales pero no hay mucho más. Incluso en algunos puntos al andar por estos mundos nos ha parecido quizás falto de vida.
Gráficamente The Outer Worlds nos ha gustado bastante. Rinde muy bien salvo con algunas ralentizaciones. El estilo artístico es muy marcado y con mucho carisma propio de este juego aunque si que vemos elementos retro muy del estilo de Fallout que tanto nos gustan, no hay que olvidar que Obsidian realizó Fallout New Vegas y quedan reminiscencias de ello. Los paisajes, mundos y decorados están especialmente cuidados y las vistas que nos otorga el juego son espectaculares pero las sombras vienen con algunos fallos como, las luces, que deslucen, nunca mejor dicho, el resultado en ciertos momentos. La parte sonora nos ofrece grandes melodías que nos introducen perfectamente en la historia así como el doblaje al inglés y subtitulado en nuestro idioma para la buena comprensión de la historia. Se echa en falta, en un juego así, un doblaje al español para no tener que estar pendientes de los subtítulos en ciertas situaciones pero entendemos que es un extra caro y que no todos pueden apostar por ello.
The Outer Worlds es una sorpresa de este 2019 con una mezcla entre el humor y el mundo de Fallout y Borderlands con la soltura del combate de este último y la profundidad de historias del primero. Obsidian ha realizado un gran trabajo, le ha puesto mimo y nos trae un RPG que nos dará horas y horas de juego y sobre todo, algo muy apreciable, rejugabilidad. Podremos personalizar a nuestro personaje a lo largo de la historia moldeándole como queramos enfocándole al aspecto de combate o de conversación que hará que podamos resolver cada situación de maneras distintas sin atenernos a un camino marcado. La exploración planetaria de The Outer Worlds tiene además un componente extra que gustará a todo aquel con suscripción a GamePass de Xbox, el juego estará disponible desde lanzamiento para todos los suscriptores de manera gratuita. Este juego nos ha encantado y sin duda a vosotros os gustará también. Otro candidato a tapado del año este The Outer Worlds de Obsidian.