Son muchos los accesorios y elementos que cualquier gamer puede usar en sus momentos de diversión. Auriculares, gafas de VR o teclados para gaming son algunos de los más conocidos, pero sin duda son las sillas de gaming uno de los elementos que permite disfrutar de una experiencia confortable además de divertida.
Los jugadores de videojuegos pueden pasar muchas horas disfrutando de su mayor afición y si no se usan sillas adecuadas pueden padecer dolores y molestias musculares. Estas sillas de gaming cuentan con diseños muy innovadores y existen rangos de precios de lo más variados entre los que poder elegir la silla que mejor se adapta a las necesidades de cada jugador.
Pero, ¿qué consejos son realmente útiles para elegir una silla de gaming?
Entre los consejos más importantes para elegir la silla más idónea destacan por su importancia los siguientes:
Valorar tipo de uso
A la hora de comprar una silla para gaming es necesario comprender que existen diferentes tipos de sillas para diferentes usos entre las que poder elegir. Existen sillas de gaming para jugadores que se sientan delante de un escritorio a jugar, pero también existen sillas que son más aptas para aquellos jugadores que juegan a los videojuegos en una televisión. E incluso existen sillas para los que juegan a simuladores de vuelo. Sea cual sea el uso previsto es necesario elegir el tipo de silla adecuada.
Precio de la silla
El precio de la silla es un factor fundamental a tener en cuenta. Existen sillas que son modelos básicos con prestaciones reducidas y que tienen precios más económicos, mientras que otras sillas incorporan multitud de característica y accesorios para aquellos jugadores que quieran elevar su experiencia de juego, con precios muy superiores. En cualquier caso no siempre se necesita comprar la silla más cara ya que, por ejemplo, en esta comparativa que hace 10sillas.com de las sillas mars, se puede ver que funcionan muy bien y ofrecen un precio competitivo sin renunciar a grandes prestaciones.
Comodidad
Teniendo en cuenta la cantidad de tiempo que cualquier gamer puede pasar sentado en su silla, la comodidad es un factor de vital importancia a tener en cuenta en el proceso de compra. Para conseguir un buen nivel de confort es importante que la silla cuente con un respaldo ajustable, una zona lumbar confortable y, en definitiva, todo lo necesario para que la cabeza y el cuello se apoyen de manera cómoda y segura. Algo fundamental para evitar dolores musculares y para que fluya la circulación sanguínea.
Montaje
Las sillas de gaming requieren en la mayoría de los casos de un montaje posterior a la compra, ya que suelen venir en cajas pero desmontadas. Es un factor a tener en cuenta, y es que algunas sillas pueden necesitar de un montaje relativamente complejo que puede no ser apto para quienes tienen pocas habilidades de bricolaje. En cualquier caso no resulta nada complicado encontrar tutoriales en YouTube o consejos en Internet para montar la silla en apenas 20 minutos y sin demasiado esfuerzo, aunque siempre dependerá del modelo a elegir.
Diseño y estructura
El diseño exterior, el estilo o los materiales que usa la silla son irrelevantes a nivel de confort, pero pueden ser importantes para aquellos jugadores a los que les encante presumir de silla atractiva en su habitación o espacio de juego. Además hay que tener en cuenta su tamaño o el peso de la silla, ya que el peso medio de las sillas se encuentra en torno a los 25 kilogramos. Para ello hay que tener en cuenta la estatura o el peso del propio jugador para elegir una silla acorde a su físico. Otro aspecto relativo al diseño es la elección de una tela transpirable, fundamental para los días más cálidos del verano.
Estos son algunos de los consejos más útiles a tener en cuenta a la hora de comprar la silla de gaming más adaptada a tus necesidades. Cada jugador tendrá un presupuesto y unas necesidades propias y valorar estos aspectos ayuda a encontrar la silla perfecta. Y es que se trata de uno de los complementos más importantes para los gamers para favorecer una postura correcta durante la gran cantidad de horas de juego que pasan a lo largo del año.