La conducción es sinónimo de libertad, pero también es una responsabilidad que, inevitablemente, todos deberemos replantearnos en algún momento de nuestras vidas. A medida que sumamos años, la Dirección General de Tráfico (DGT) advierte que nuestras capacidades pueden verse alteradas, y saber reconocer el momento adecuado para dejar el volante es esencial para garantizar nuestra seguridad y la de los demás.
A través de un estudio exhaustivo, la DGT y la Fundación MAPFRE han iluminado una de las preguntas más difíciles que enfrentan los conductores mayores: ¿cuándo y por qué dejar de conducir? En este artículo te contaremos las claves, las señales que no deben ignorarse y el impacto emocional que conlleva esta difícil decisión.
1La DGT aclara: no hay edad límite, pero sí señales claras
Aunque muchos lo creen, en España no existe una edad límite establecida para dejar de conducir. Así lo explica el reciente informe impulsado por la DGT y elaborado por Fundación MAPFRE, que subraya que el envejecimiento, en sí mismo, no implica un riesgo directo en carretera.
Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, remarca que «los conductores mayores no representan un peligro simplemente por su edad». De hecho, según los datos recabados, aquellos que gozan de buena salud tienden a ser más cautos, toman decisiones más seguras y aprovechan su experiencia al volante como un verdadero escudo protector.
Sin embargo, la DGT insiste: debemos prestar atención a las señales que nos alertan de una posible disminución en nuestras capacidades para conducir. Cambios físicos, cognitivos y sensoriales son factores que, combinados, pueden afectar la seguridad en carretera. Y aunque no haya una norma escrita, el organismo recuerda que la prudencia debe ser siempre nuestra mejor compañera de viaje.